Las tensiones aumentan en la Asamblea Nacional. Este jueves 24 de febrero del 2022, estaba previsto que se desarrolle una sesión del pleno a las 14:00. Pero Fausto Jarrín, asambleísta de la bancada Unión por la Esperanza (UNES) planteó un cambio para debatir la conformación de una comisión que evalúe al Consejo de Administración de la Legislatura (CAL) y a la presidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori.
El pedido no pudo ser tratado porque ya habían ingresado otros tres cambios en el orden del día, que es el número máximo permitido por la Ley para cada sesión. Mientras se verificaba el orden en el que habían llegado las solicitudes de los legisladores, la presidenta de la Asamblea decidió suspender esta sesión.
La suspensión se dio entre gritos de los asambleístas de UNES y del Partido Social Cristiano, quienes pedían «apelación» a la presidenta. Ella salió del pleno y dio una rueda de prensa en la que acusó a esas organizaciones políticas de querer tomarse la Asamblea desde hace un mes.
LLori aseguró que suspendió la sesión por falta de garantías. Había otra prevista para las 19:00, esa también fue suspendida.
Una vez que Llori salió del pleno, se quedó a cargo el vicepresidente Virgilio Saquicela. Mientras él intervenía se fue la luz y se apagó su micrófono.
La propuesta de evaluar a la presidenta de la Asamblea tiene el respaldo de las bancadas de UNES, PSC, incluso de algunos asambleístas de Pachakutik, la Izquierda Democrática y algunos independientes.
