El hombre no cambia. Su naturaleza persiste casi sin modificaciones desde tiempos remotos y la lógica y razón son soslayadas ante impulsos y sed de riqueza y envanecimiento. Tantos ejemplos tenemos que la historia cuenta y se repite la enorme sed de conquista de líderes por riquezas, poder y egolatría, creyéndose dioses invencibles. Gengis Kan y su nieto Kublai kan, quinto y último gran kan y primer emperador de la dinastía yuan, guerreó para hacer un gran imperio unificado, que cayó. El imperio romano y todos sus emperadores, subieron al trono luego de grandes marchas guerreras y conquistas con inmensas legiones, consolidando un imperio vasto y sólido, que terminó con la toma de Constantinopla actual Estambul, en manos de Mehmet II y sus tropas turcas y musulmanas. Los incas, en los andes, fueron otro ejemplo expansionista y conquistador fantástico. Las crueles guerras mundiales, no dejaron de hacer lo mismo. Ambas empezaron por invasión y sed de conquista. Ambas causas de sufrimiento humano inmenso. Ambas fuentes de barbarie y crueldad sin límites, llegando a concentrarse morbosamente en aniquilar una raza por la sola circunstancia de ser rica y con atributos intelectuales innegables. Una invasión atraumática casi sin disparos fue el inicio de la demencia nazi que pretendió erigir un Reich de mil años, basado en deleznable superioridad racial y étnica. Hoy Ucrania, podría ser la mecha que prenda una debacle mundial y la desaparición de la humanidad, pues hoy las armas no son más arcos, flechas e inclusive fusiles y cohetes, sino armas nucleares que disparadas terminarían con la vida misma del hombre en segundos. ¿Pero en manos de quien estamos? El mundo entero pide que la paz se mantenga y que la diplomacia rinda frutos, pero no pasarán muchas horas para que tropas rusas consoliden la invasión, pues tienen ya su ejército colocado en fronteras y lugares previstos para empezarla. Por otro lado, la OTAN también brega por mantener de su lado Ucrania, rica en minerales indispensables para su desarrollo tecnológico, con capacidad agrícola grande y riquezas que no se pueden desdeñar. Estamos cerca de escuchar el primer disparo ruso y ahora mismo EEUU y la OTAN ya inician castigos de exclusión económica en bancos y oleoductos fundamentales para el kremlin, mientras que un coloso que despertó tiempo atrás, China, será determinante en la guerra como aliado de los soviéticos. Napoleón dijo “China es un gigante dormido, déjenlo dormir porque cuando despierte el mundo se sacudirá” La 3 guerra mundial, fatídica y destructiva, parece venir, sin remedio. (O)
CMV
Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.
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