La seguridad europea y global están en riesgo tras el ataque ruso a Ucrania, destacó la subsecretaria de Estado de EEUU para Control de Armamento y Seguridad Internacional, Bonnie Jenkins, quien aseguró que la decisión de Rusia de iniciar una guerra «resonará en el futuro próximo y nos afectará a todos».
En su intervención en la Conferencia de Desarme de Naciones Unidas en Ginebra, la diplomática estadounidense también expresó su temor a que la economía global esté en riesgo «a causa de las acciones rusas».
«Debemos enviar a Rusia el claro mensaje de que el territorio de un estado soberano no puede ser tomado a la fuerza, o que ningún país tiene el veto sobre la vía política o los socios de seguridad que quiera tener otra nación», afirmó.
La subsecretaria de Estado señaló que la guerra sin provocación previa iniciada por Rusia «debe tener consecuencias» y pidió a Moscú que detenga sus operaciones en Ucrania inmediatamente.
«Urgimos a Rusia en los términos más enérgicos posible a que elija el camino de la diplomacia. El mundo le observa, y deberá asumir responsabilidades», concluyó.
Jenkins afirmó que la actual situación puede también poner en peligro el trabajo de la propia Conferencia de Desarme, encargada desde su fundación hace más de 40 años a la negociación multilateral de acuerdos de control de armas.
«La gente a la que representamos espera que reduzcamos los peligros que plantean las armas de destrucción masiva y las amenazas emergentes, y el inestable momento de la historia que vivimos no hace sino aumentar la urgencia para que haya una acción colectiva en este sentido», aseguró.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, intervendrá mañana martes en la conferencia y en principio planeaba viajar personalmente a Ginebra, aunque las restricciones en el espacio europeo impuestas a Rusia a raíz del conflicto lo han impedido, por lo que se espera que intervenga en los debates del organismo por videoconferencia. EFE