Diálogo por el trabajo

Si bien los resultados son impredecibles por la propia complejidad de los asuntos a analizarse, no deja ser promisorio el diálogo entre el gobierno nacional y el Frente Unitario de Trabajadores (FUT).

En mesas de trabajo abordarán las propuestas de reforma laboral y a la seguridad social.

El Ejecutivo debe tener listo su proyecto de reforma al Código del Trabajo, bajo la premisa fundamental de generar empleo para un país con más de seis millones de desocupados.

A juzgar por los antecedentes ya expuestos por el Ministerio del ramo, la propuesta del trabajo por horas, entre otras, fue la más criticada por el sindicalismo. Sus dirigentes hablaron de precarización laboral, de querer menoscabar derechos, estipulados incluso en la Organización Internacional del Trabajo, en tanto los bloques legislativos no oficialistas adelantaron su tácita desaprobación.

El FUT también presentó ante la Asamblea Nacional su propio proyecto de Código Orgánico Laboral, diametralmente opuesto al del Ejecutivo.

Entonces, abierto ahora el diálogo frontal, en la una mesa de trabajo se analizará aquella propuesta, a fin de encontrar los términos medios tendientes a dilucidar soluciones prácticas para un problema social grave.

En efecto, más allá de ser una propuesta de campaña del presidente Guillermo Lasso, es momento de entenderse, sobre todo de pensar en las nuevas dinámicas del trabajo, relanzadas con fuerza a raíz de la pandemia, sin contar con el irreversible impacto tecnológico.

Abrir los ojos a esas nuevas realidades sin renunciar a los derechos le vendrá bien al país.

En la otra mesa se tratará el problema del IESS cuyas finanzas, pese a los millonarios ingresos producto de los aportes de sus afiliados, cada vez trastabillan.

Si bien urgen reformas de fondo, transparentar sus estudios actuariales, cuadrar las deudas del Estado y pagarlas, serán fundamentales si se quiere una auténtica seguridad social.

Ojalá el diálogo Gobierno-FUT sea fructífero. Eso esperan todos los ecuatorianos.