Al menos 516 civiles han muerto (entre ellos 37 niños) y otros 908 resultaron heridos desde el inicio de la guerra en Ucrania, confirmó la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que reiteró que las cifras reales podrían ser mucho mayores.
La agencia dirigida por la alta comisionada Michelle Bachelet indicó que sigue verificando las distintas informaciones sobre fallecidos en distintos ataques, como las que denuncian que cientos de civiles podrían haber muerto en las ciudades orientales ucranianas de Volnovaja, Mariúpol e Izium.
La mayoría de las víctimas se han producido en ataques con armas explosivas, incluyendo bombardeos con artillería pesada y sistemas lanzacohetes múltiples, especificó la oficina en un comunicado.
De los fallecidos, 111 se confirmaron en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk, mientras que los otros 405 se reportaron en otras zonas del país controladas por el Gobierno ucraniano cuando se produjeron las muertes, entre ellas la capital Kiev o las ciudades de Odesa, Jersón, Járkov, Zaporizia, Sumy y Mikolaiv.
El derecho internacional considera crímenes de guerra los ataques militares indiscriminados contra objetivos civiles tales como edificios residenciales, escuelas o instalaciones sanitarias.
La semana pasada el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó una resolución para crear una comisión de investigación de las posibles violaciones del derecho internacional cometidas por Rusia en su agresión a Ucrania. EFE