Un nuevo estudio publicado este jueves en la revista Science puede ayudar a mejorar los modelos de predicción de erupción de volcanes, que durante años se han basado en movimientos sísmicos y registros históricos.
El trabajo concluye que el magma con mayor contenido de agua tiende a estar almacenado a más profundidad en la corteza terrestre, al menos en el caso del tipo de volcanes más común en el mundo, los llamados «arco», cercanos a los límites de las placas tectónicas.
«Esto es significativo porque el agua es el principal (agente que) inicia y alimenta las erupciones», explicó el vulcanólogo Daniel Rasmussen, del Museo Nacional Smithsonian de Historia Natural, en Washington.
Rasmussen lideró el estudio, cuyos investigadores se propusieron investigar por qué el magma -una mezcla de rocas, fluidos y gases que se generan en el interior de la Tierra- se encuentra a entre 1 y 12 kilómetros por debajo de la superficie de los volcanes «arco».
El equipo concluyó que cuanto más profundo era el magma, mayor era su contenido de agua, lo que en la práctica equivale a «tener más combustible para erupciones explosivas», según Rasmussen.
Eso sí, ese agua no siempre resultará necesariamente en erupciones violentas: si se escapa o evapora antes de llegar a la superficie, el resultado puede ser «un flujo de lava pegajoso», explicó el vulcanólogo Christopher Kilburn, de la Universidad College London, a la revista Science.
El próximo paso para Rasmussen será estudiar si su hallazgo se aplica también a volcanes de otro tipo de condiciones geológicas, como los de Hawái o África Oriental, y examinar qué es exactamente lo que determina el contenido de agua del magma. EFE