A consecuencia de la marcha por la conmemoración del pasado 8 de marzo, el Municipio de Quito, de manera urgente y agenciosa publicó un boletín que resume en varios rubros los daños al patrimonio. Entre rayones a las paredes, calzada y monumentos el monto supera los 10mil dólares.
El lamentable boletín recibió un rechazo generalizado de la población activa en redes sociales ante la problemática social que a todas luces supera la preocupación por eladoquín manchado. El reclamo es que si cuidamos las paredes con tanto esmero, con mayor razón cuidemos de las niñas y jóvenes que a diario sufren por la indolencia de una sociedad machista.
En un cálculo publicado por la cooperación alemana y otras organizaciones, estiman en más de 4mil millones (esto es un 4,28% del PIB) el costo de la violencia contra las mujeres en el Ecuador. Valores que no se comparancon los 10mil dólares que el Municipio de Quito reclama. En un estudio publicado por el portal de noticias GK.citysobre el costo de la violencia contra la mujer, menciona que se destinan 75 Millones de dólares al año en atención a víctimas de violencia, 243 millones de dólares se pierden en los micro emprendimientos por la violencia contra las mujeres, con consecuencias sociales y económicas que no pueden compararse con los 10mil dólares que tanto llora el municipio capitalino.
Que la sociedad civil pueda encontrar en las calles y plazas los espacios de reivindicación de dignidad y encuentro social debería ser motivo de orgullo. Enviar señales equivocadas de represión, así como lamentables reportes de cuentas por cobrar ante la innombrable condición que tantas mujeres sufren en este país, es, por decir lo menos, un hecho vergonzoso y lamentable.
