Café y habas, la propuesta de estudiantes de la UNAE que busca un millón de dólares

Cuando Tatiana Taguada, Joselyn Valverde, Jesennia Peralta y Michelle Piña supieron que estaba por realizarse la segunda edición de la competencia Hult Prize en la Universidad Nacional de Educación (UNAE), quisieron participar.

Sin embargo, las cuatro jóvenes estudiantes no tenían en mente alguna idea, la misma que es la esencia del Hult Prize, un certamen mundial que busca proyectos que cumplan con ciertos objetivos para entregarles un millón de dólares.

Entre el ir y venir de responder a qué hacer, Tatiana Taguada habló sobre el trabajo de sembrar, cuidar y cosechar habas, de las pagas ínfimas a los agricultores, del poco reconocimiento que recibían los agricultores.

A ese compartir ideas también surgió el café: en algunas zonas rurales de Azuay y Cañar, sobre todo en los sectores costaneros, hasta hace algunos años se producía café junto al haba para darle un sabor especial.

“Tatiana sabe la realidad porque su familia dejó de cultivar las habas porque no le dan valor. Se les pagaba 70 dólares por quintal. Ese dinero no servía, no cubría los gastos”, explicó Michelle Piña a diario El Mercurio.

Con conocimiento de causa, el grupo de estudiantes, y amigas, sobre todo, decidieron proponer su idea a la competencia interna que estaba por desarrollarse en la UNAE, sin saber que semanas después terminarían ganándola.

Decisión del jurado

El Hult Prize es un concurso que, en primera instancia, se lleva a cabo en las universidades de docenas de países. Los ganadores de las instituciones superiores siguen a una nueva etapa denominada regional, en la que se presentan ya proyectos de todo el mundo.

Luego de ello hay dos etapas más que terminan con un certamen final, en el que el ganador recibe un millón de dólares para que desarrolle su proyecto.

En el caso de la UNAE, la convocatoria interna se realizó entre finales del 2021 y principios del 2022. En total se presentaron nueve ideas, y entre ellas estuvo la del café producido con habas que se denominó “Kahab”.

Un jurado compuesto por personajes nacionales y extranjeros revisó cada una de las propuestas para seleccionar cuatro. Después, el 11 de marzo se realizó el pitch, en el que los grupos explicaron del porqué de la idea.

Una vez cumplido eso, el jurado nombró a Kahab como la idea ganadora por la presentación y la viabilidad de que cumpla con uno de los ejes solicitados por Hult Prize: que hasta 2024 se creen 2.000 empleos.

Para Josué Habacuc, director de la Red Ecuatoriana de Pedagogía y parte del jurado, el proyecto de las estudiantes también es una propuesta viable de exportación, lo que le da ese valor agregado a la decisión de ser la ganadora.  

Una idea que recién empieza

Las jóvenes, hasta ayer, seguían sorprendidas por la decisión del jurado. Pero, ahora, deben ponerse en la marcha porque se prevé que las regionales lleguen en unas semanas. Y para eso, las ganadoras tienen que estar preparadas.

Hasta el momento, las estudiantes han empezado a estudiar su caso, el negocio; han entrevistado a adultos mayores, quienes conocen de la producción del café con habas. A través de ellos, la finalidad es conocer a profundidad el proceso, y, una vez con eso, probar sabores junto a agricultores y personas que sepan del café.

En medio de todo ese proceso, según explicó Anabel Molina, campus director de Hult Prize UNAE, los organizadores del certamen en la universidad darán un acompañamiento porque tienen la esperanza de que la idea de las estudiantes se cristalice con un café de habas producido en el Austro ecuatoriano. (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba