La crisis sanitaria causada por la Covid-19 ha originado un cambio abrupto en el estilo de vida de la población en general. A pesar de esta afectación colectiva existen grupos mucho más reducidos que han tenido que lidiar con problemáticas complejas, incluso antes de la pandemia.
Deli-Vida es una microempresa dedicada al empaquetamiento y distribución de un mix de frutos secos, sin embargo, su situación y finalidad no son nada usuales. Su principal valor es promover un sociedad más justa e inclusiva para las personas con discapacidad visual.
La Sociedad de No Videntes del Azuay, (SONVA), ha evidenciado la existencia de varias personas con discapacidad visual que se encuentran desempleados, debido a que existe desconocimiento de las habilidades, destrezas y potencialidades que pueden desarrollar este grupo.
En este sentido Deli-Vida, se presenta como una oportunidad laboral para el colectivo de personas con discapacidad visual, con el fin de cambiar su situación económica y potenciar sus capacidades con el propósito de otorgarles las herramientas para poder tener una vida digna e independiente.
Es así como este emprendimiento ofrece snacks saludables de frutos secos como almendras, nueces, pasas, maní y piña deshidratada. (O)