La nueva regulación que refuerza el papel de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) en la preparación de crisis y gestión de fármacos y dispositivos médicos permitirá “reaccionar rápida y eficientemente en futuras” emergencias como la de la COVID-19, señaló la directora de la EMA, Emer Cooke.
Cooke subrayó que durante la pandemia “hicimos las cosas bien, pero podríamos hacerlas mejor” en el futuro y subrayó la importancia del reglamento en vigor desde hace un mes, que refuerza el papel de la EMA en la preparación para crisis y gestión de medicamentos y dispositivos médicos.
“La gestión y preparación para las crisis son más relevantes que nunca. La pandemia de la COVID-19 continúa afectando a los sistemas de salud en todo el mundo, además, ahora nos enfrentamos a las consecuencias de la guerra en Ucrania y su consecuencia en una crisis humanitaria”, lamentó la directora de la EMA.
La EMA organizó hoy un evento virtual para explicar cómo este nuevo mandato abarca la posibilidad de supervisar y mitigar la escasez de fármacos, abordar las emergencias de salud pública con lo que se conoce como Grupo de Trabajo de Emergencia, y la coordinación de paneles de expertos en dispositivos médicos de alto riesgo y diagnóstico in vitro.
Cooke aseguró que el nuevo mandato “formaliza los procesos que la EMA puso en marcha durante la COVID-19” y “reforzará aún más la capacidad de la red de la Unión Europea (UE) para reaccionar rápida y eficientemente en futuras crisis”, y le da a la agencia “una nueva competencia, que entrará en vigor después de un periodo de transición, y que le permite monitorear el suministro de dispositivos médicos críticos”.
Además, Sandra Gallina, directora general de Salud de la Comisión Europea, añadió que, bajo este mandato, la EMA seguirá trabajando en estrecha colaboración con Bruselas y le “brindará una contribución invalorable para gestionar las crisis de salud pública”.
“Sobre la base de las lecciones aprendidas de la COVID-19, la Unión Europea de Salud se ha diseñado para mejorar la prevención, la preparación y la respuesta a las crisis de salud pública. El objetivo final es garantizar que los ciudadanos estén mejor protegidos”, aseguró Gallina.
A esto, Cooke agregó que la EMA “monitoreará cómo la COVID-19 afecta al suministro de medicamentos críticos, brindando las herramientas para coordinar acciones a nivel de la UE para garantizar” este suministro.
En los dos años de pandemia, la EMA autorizó “a una velocidad sin precedentes” -subrayó Cooke- cinco nuevas vacunas contra la COVID-19 (Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Janssen y Novavax) y ocho tratamientos para esta enfermedad causada por el SARS-CoV-2, entre ellos múltiples anticuerpos monoclonales o el antiviral Veklury (Remdesivir). EFE