A través de sendos comunicados, la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer de Ecuador (SOLCA), advirtió el pasado domingo que, a corto plazo será imposible atender nuevos pacientes oncológicos derivados del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), por no cumplir con el pago de decenas de millones de dólares por los servicios prestados.
En la parte medular del documento se destacó que se mantiene la atención a los afiliados que están admitidos en las diferentes unidades médicas, pero varios núcleos se han visto en la “dolorosa” situación de suspender la atención a nuevos pacientes ante la falta de recursos.
Este Diario buscó una entrevista con SOLCA Cuenca para conocer los montos que se les adeuda, pero se informó que este jueves mantendrán una reunión con mencionada institución en busca de soluciones.
Este problema no solamente se registra en SOLCA, sino también en las diferentes casas de salud privada que prestan sus servicios al IESS y Ministerio de Salud Pública (MSP), entre ellas la Clínica Latino. “No es nada nuevo”, sostiene Juan Esteban Morocho, su gerente, quien reconoce que “la situación es crítica para todos”.
En el caso concreto de la Clínica Latino, el último pago que recibieron fue de los meses mayo-junio de 2021, lo que les genera serios problemas de flujo para conseguir insumos y medicinas, mencionó, sin detallar costos.
El ejecutivo reconoce que la situación de SOLCA es grave por la delicada situación de sus pacientes, sin embargo, las diferentes casas de salud no se encuentran exentas de problemas y cuadros delicados, tales como: enfermedades coronarias, cirugías de corazón, etc, asegura.
Morocho dice que a pesar de todo han seguido recibiendo pacientes derivados del IESS, principalmente por la visión y misión que tiene la Clínica Latino: brindar un servicio de calidad y calidez, pero ahora en la medida de sus posibilidades.
Por tal motivo, hizo un llamado a las autoridades del Gobierno Nacional para que se comprometan a cubrir estos montos que, a su parecer se originan en la estructura administrativa, ya que los auditores son cambiados constantemente, “situaciones que en nada deben afectar a los pacientes que sufren una dolencia”.
Morocho es optimista y cree que esta situación se puede revertir a corto o mediano plazo, para lo cual hay que luchar y levantar la voz.
La Unidad de Servicios Renales del Austro (Unireas) también se ve afectada por dichas cuentas pendientes de pago, pudiendo repercutir directamente en sus pacientes, pues tiene un convenio con la Red Pública de Salud que consiste en brindar un tratamiento integral de diálisis.
Esta situación se viene originando desde el 2020, razón por la cual han tenido que solicitar préstamos para solventar gastos de insumos que son “muy costosos”, sostiene Augusto Vázquez, médico tratante y gerente de mencionada casa de salud.
En diciembre, el Gobierno les canceló una parte de la deuda (hasta junio de 2021), gracias a la apertura de Alfredo Borrero, vicepresidente de Ecuador que un mes antes estuvo en Cuenca por el aniversario de la Cámara de Comercio de Cuenca.
No obstante, esta empresa privada actualmente se encuentra impaga desde julio hasta diciembre del año anterior, y están caídos los meses de enero, febrero y marzo de 2022, pese a que ya entregaron las respectivas facturas. En cambio, la última vez que les pagó el IESS fue en noviembre de 2021.
Para resolver este inconveniente han entablado diálogos con las autoridades competentes como Fabián Carpio cuando fue director provincial del IESS Azuay, pero lamentablemente en esta entidad se cambian constantemente a los directivos y no así no se puede obrar, señala.
También tuvieron la apertura del caso con Andrea Bersosa, coordinadora zonal 6 de Salud, quien les aseguró que el proceso para los pagos ya se tramita en el Ministerio de Finanzas. “Tengo la fe y la confianza que esta semana algo se conseguirá”.
El especialista en nefrología está en desacuerdo con el trato que les están brindado, ya que atienden pacientes que tienen una enfermedad crónica, incurable y catastrófica, quienes se merecen una atención adecuada, digna, prioritaria y sobre todo que no sea interrumpida, tomando en cuenta que cada paciente se realiza tres sesiones de hemodiálisis por semana, mientras que en diálisis peritoneal se lo debe hacer todos los días en el hogar de las personas enfermas.
Vázquez fue enfático al decir que con estas “soluciones parche” no avanza la salud.
Unireas, que cuenta con certificación ISO 9001:2015 por la prestación del servicio de tratamiento hemodialítico y diálisis peritoneal, está haciendo un gran esfuerzo y viene construyendo nueva infraestructura para continuar sirviendo a la comunidad, la misma que se inaugurará en noviembre.
Testimonios de pacientes
Laura Nivelo es una de las pacientes que se hace atender en Unireas. Tiene diabetes y recibe largas sesiones de diálisis desde hace 13 años que duran un promedio de cuatro horas. Ella destaca la atención que se le brinda en este lugar.
La asegurada, de 77 años, dice estar en desacuerdo con la falta de pagos por parte del Gobierno, ya que les afecta directamente.
Rosa Zumba también esperaba ayer su turno en Unireas para someterse a diálisis. “Vengo tres veces a la semana para curarme. Aquí recibimos una buena atención, pero lamentablemente tenemos miedo de que cierren por falta de dinero, lo que significaría la muerte para nosotros”.
Ella fue derivada del hospital “Vicente Corral Moscoso” a esta casa de salud hace 14 años. “Le pido al Gobierno que se acuerde de los pobres y cancele la deuda para poder seguir viviendo”, concluyó. (I)
LAS FRASES
“Por favor, más conciencia a los administradores del Seguro Social, Ministerio de Salud, Ministerio de Finanzas…La salud es prioridad del Estado”. Juan Esteban Morocho, gerente Clínica Latino.
“El Gobierno seguramente le llama catastrófico al valor que pagan por ello. Para los médicos, catastrófico es que no tiene cura…Dos posiciones opuestas”. Augusto Vázquez, gerente Unireas.
