La Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, fue creada en 2010, con el objeto de normar a las Universidades ecuatorianas y a los títulos emitidos por ellas, en concordancia con la Ley de Educación Superior. Senescyt tiene como misión coordinar acciones entre el Ejecutivo y el Sistema de Educación Superior.
El Presidente Guillermo Lasso como una propuesta de campaña electoral, ofreció eliminar a esta institución. No es posible que sesenta universidades en funcionamiento en el país, que hoy han subido a 201 instituciones de educación superior, que ofrecen 421 carreras, con 120.317 cupos, continúen en su trabajo, sin la garantía y nivel académico suficiente, para terminar, llamándose, muchas de ellas, “universidades de garaje”, en atención a su falta de excelencia académica. En su lugar, Lasso ofreció “universidades libres”, que se distingan por las búsquedas de nuevas carreras y que aseguren la libre elección de los estudiantes. En este punto, nos preguntamos: ¿Qué institución u organismo podrá reemplazar al Senescyt, luego de ser eliminada su competencia? ¿Quiénes normarán a las universidades existentes? ¡No es posible dar de baja a un organismo, si no se lo reemplaza debidamente!
Es menester incorporar el nombre del este organismo rector de las universidades del país, con sus características y alcances, a fin de confirmar aquello que nuestro escenario universitario demanda, a proyectarse debidamente y por cumplir a satisfacción con sus necesidades y aspiraciones. (O)