La Policía Nacional pide “paz y tranquilidad” a quienes se manifiestan mañana en las marchas de conmemoración del Día del Trabajador, pues según manifestó el comandante general, Carlos Cabrera, los informes de Inteligencia les han alertado que se esperarían actos de violencia en contra de las fuerzas del orden y contra la infraestructura de las ciudades.
“Se anticipa de que se ha evidenciado que existe un llamado a la ciudadanía para enfrentar con violencia y fomentar el caos en las actividades de los manifestantes, la policía pide paz y tranquilidad”, señaló Cabrera.
Pese a que se informó que los uniformados incluso acompañarán a los manifestantes, el comandante sí advirtió que, ante actos violentos, harán “uso progresivo de la fuerza, amparados en los instrumentos internacionales y basados en los principios de Derechos Humanos, así como la regulación que tenemos en el país”.
“Esperamos que las manifestaciones sean pacíficas, la Policía encabezará las mismas y acompañará a los manifestantes pacíficos, para que hagan uso de su derecho, pero pedimos la colaboración de personas que incitan al caos y a la violencia. Este país lo que necesita es progreso y trabajo”, puntualizó Cabrera.
Las declaraciones del comandante de la Policía son contrarias a las manifestadas por Diego Ordóñez, consejero presidencial, quien calificó a la marcha como un ritual de todos los años por el Día del Trabajador.
Los convocados
Los principales organizadores de la “Gran Marcha Nacional”, como la han denominado, serán, como todos los años, los gremios que se agrupan en el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), al cual ha anunciado que se unirá la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE).
El presidente del FUT, Ángel Sánchez, llamó a movilizarse en contra de las políticas del Gobierno de Lasso, pero también en oposición a la Asamblea, que se ha centrado en intereses particulares y no en lo que necesita el pueblo. Por lo que la consigna de mañana será: “¡Qué se vayan todos!”,
“No vemos ni política laboral, ni social, ni económica, peor aún política de salud, Lasso no ha hecho una sola obra en un año, mientras, destina todos los fondos a pagar la deuda, mientras el pueblo se muere de hambre”, afirmó Sánchez.
Al FUT se sumará con fuerza la Unión Nacional de Educadores (UNE), cuyos miembros se han manifestado durante toda la semana en contra del veto presidencial que bloqué su aumento de sueldo, contra el cual presentaron el jueves una demanda inconstitucionalidad ante la Corte Constitucional.
Ayer anunciaron que se unirán a la marcha las organizaciones de médicos, enfermeras y personal de salud. Mariana Narváez señaló que mañana no solo protestarán en contra de los más de 400 profesionales despedidos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), sino, sobre todo, en contra de la afectación a los pacientes, que no cuentan con medicinas ni insumos para ser atendidos.
Experto advierte estallido social
Un estudio realizado por Rodrigo Jordán, experto en manejo de crisis, advierte que en el país se han combinado cinco factores que indican que está a punto de producirse un estallido social de dimensiones o mayores a los de octubre del 2019, que podría darse a finales de año, aunque su inicio podría marcarse mañana.
“Se han combinado cinco factores críticos: la desconfianza ciudadana en las principales instituciones democráticas y sus líderes políticos; índices crónicos e insostenibles de desempleo; incremento alarmante de la pobreza en el sector rural; altos índices de inflación nunca antes vistos; y una sensación intolerable de inseguridad ciudadana y delincuencia”, señaló el experto.
Jordán puntualizó que el Gobierno y todas las instituciones del Estado está a tiempo de frenar lo que podría suceder, sobre todo, con diálogo entre ellos para llegar a acuerdos mínimos, pero sobre todo establecer un pacto de no agresión por lo menos un año y de trabajo conjunto por la solución de estos problemas que aquejan a la sociedad.
