El pueblo sabio y soberano suele decir “se quedó sin pan ni pedazo” cuando a un perro le gabela otro más vivo y respondón. Algo parecido le pasó a don Guillermo –el insultador que nada hace- con el habeas corpus de Glas, porque justamente luego de concedido, fue Correa, con quien había pactado la <nueva mayoría legislativa> el que olímpicamente y desde Bélgica le dio la espalda. Atrás quedó el sueño de que volviera a la vida su rechazada Ley de Inversiones. Es decir que se quedó sin pan ni pedazo, con las manos en la cabeza y con su asesor Diego Ordóñez haciendo de “pana” de compañía. ¿Será que las malas energías se ajuntan?
Fue, que le vamos a hacer, y hay que reconocerlo, una magistral jugada del correísmo, una que dejo a don Lasso, cantando con su inocultable dejo de Opus Dei este lluvioso pasillo: //“Todo lo que quise yo// tuve que dejarlo lejos,// por más que estire las manos// no alcanzo a la ley de inversiones…// Yo soy el buque fantasma // Que anda buscando refugio…// en insultos y más insultos // Nadie como yo nació// con destino a estafado// la única flor que conozco//es la puñalada por la espalda…” Replay a gusto y disgusto.
Por su parte, Correa le respondió: //“!Te equivocas, te equivocas!,// fresco y fragante capullo,…// yo quebrantaré tu orgullo// si a la lucha me provocas, //dispuesto estoy a luchar;// tu eres espuma, yo mar…// me hiciste llorar //pero llegó el día // en que yo también te hago llorar…” Bingo.
Como Rafico juega requete bien, no demoró en pedir la revocatoria del mandato del banquero alzado a presidente. Nuevo bingo. Como don Guille tiene todas las de perder, se asegura que no tendrá ni siquiera el voto de su consejero Diego Ordóñez –no se por qué se me entremete tanto- el que habla igualito que su coideario Oswaldo Hurtado, quien en las presidenciales del 2002 consiguió el 1% de los votos. ¿Por el parecido será?
El famoso habeas corpus concedido a Glas con violación de toda ley, incluida la de la gravedad, ha determinado que su autor, don Guille –a consecuencia de ella- se esté cayendo estrepitosamente como la manzana madura que vio Newton cuando precisamente inventó la ley de la gravedad de las circunstancias. Bingo Total. (O)