La maternidad es vivida de otras forma hoy en día

Cuando Mónica Lema no está con su hijo Alex, de siete años, se mandan mensajes de audio por Whatsapp para contarse lo que hacen, lo que hicieron y lo que harán una vez que se vuelvan a ver.

Cuando se encuentran, se tutean, se dicen cosas, pero, sobre todo, se dicen cuánto se quieren, cuánto se aman. A veces, Mónica se pone a pensar en ello, en la relación que tiene con Alex.

Por un lado, gracias a la tecnología, la joven de 23 años puede estar cerca de su hijo; y, por el otro, ambos tienen la confianza de expresar sus sentimientos. Aquello, para Mónica, antes no pasaba.

“En mi niñez uno no tenía ni celulares ni teléfonos. No había cómo estar en contacto. Y tampoco uno escuchaba un cariño porque los papás eran reservados. Uno no escuchaba que tu papá o tu mamá te dijera que te amaba, aunque así era”, dice Mónica.

Sin embargo, los tiempos han cambiado, sobre todo, a través de las madres jóvenes, que hoy en día priman en Ecuador.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos, en los últimos datos procesados en 2020, el 49,7 % del total de nacimientos ocurridos y registrados en el país se dieron a través de mujeres entre 20 y 29 años.

Mujeres jóvenes, estudiantes, profesionales, bachilleres; mujeres con diferente condición social; y que, sin embargo, les une la maternidad y una época distinta en que ciertos comportamientos considerados como “conservadores” se han ido rompiendo.

“Hoy es distinto desde la crianza. Antes te decían que le dejes que llore el bebé, que así va a aprender, y no es así. Yo no puedo dejar a mi hija”, opina Mónica Tigre, madre de una niña de un año y medio.

Además de la confianza y la crianza, uno de los temas que en esta época se habla de una manera mucho más abierta es del agotamiento, del cansancio, del trabajo duro que conlleva ser madre.

Hasta hace algunos años, el discurso de la maternidad solo se lo asociaba al amor, a la belleza, o al equívoco que una mujer estaba realizada cuando llegaba a ser madre.

Sin embargo, hoy se habla de la parte difícil, de lo agotador que puede ser la maternidad, entre madres, en reuniones, en público y en las redes sociales, que se han convertido en un espacio en donde mujeres cuentan con comunidades para intercambiar dudas y respuestas.

“Entre mis amigas sí hablamos de lo difícil que es ser mamá. También en grupos he visto cómo las madres se piden opiniones, consejos, y cuando una sabe pues sí ayuda”, dice María Eulalia Pesántez.

Entre las conversaciones que ha mantenido Eulalia con sus amigas se ha tratado de quitar lo romántico a la maternidad para hablar de lo que está detrás de ser madre.

“Para mí ha sido súper lindo ser madre, pero yo tuve una red de apoyo bastante grande. Si vamos a la otra parte, están las necesidades económicas, las malas noches. Hubo tiempos en que una estaba sola porque tu familia también tiene sus responsabilidades”, agregó Eulalia.

Además de Eulalia, a Mónica Lema y Mónica Tigre también les ayudaron sus mamás, y este ayuda es una de las pocas cosas que no han cambiado.

Habrá cambiado la tecnología, las creencias, la manera de criar, pero lo que sigue de pie es ese apoyo que una madre da a otra, porque sabe que, sin eso, el camino de la maternidad es mucho más complicado.

Cambio de mentalidad

Aunque en Ecuador la mayoría de mujeres se convierten por primera vez en madres en su juventud, también hay un porcentaje considerable de mujeres que deciden tener una maternidad en su adultez. Según el INEC, en el 2020, el 17,8 % de los nacimientos provino de mujeres que tienen entre 30 y 34 años.

Para la ginecóloga-obstetra, Míriam Albán, aquellas maternidades “tardías” se deben entender como un cambio de mentalidad en la mujer que están relacionados con la transformación de paradigmas.

Por ejemplo, contrario al pasado, hay mujeres que deciden esperar ya sea para formarse o viajar o por la relación que tienen con sus parejas. También están las mujeres que un principio no quisieron tener hijos y que, después de algunos años cambian de opinión.

Ante esa realidad, desde la medicina, ha habido grandes cambios que permiten que las mujeres tengan la oportunidad de ser madres a una edad adulta, siempre y cuando haya una alimentación saludable, actividad física, y actividades de reducción de estrés, como la meditación o la respiración.

“Mantenerse en un estado de equilibrio emocional y psicoafectivo, con controles médicos, contribuye a mantener una juventud hormonal”, recomendó Albán.

Eulalia Pesántez

Eulalia Pesántez

“Para mí ha sido súper lindo ser madre, pero yo tuve una red de apoyo bastante grande. Si vamos a la otra parte, están las necesidades económicas, las malas noches. Hubo tiempos en que una estaba sola porque tu familia también tiene sus responsabilidades”.

Mónica Tigre

Mónica Tigre

“Hoy la maternidad es algo sumamente distinto, desde aspectos relacionados con la crianza de los niños. Antes era normal escuchar consejos como que le dejes que llore el bebé, que así va a aprender, y no es así. Yo no puedo dejar a mi hija”.

Mónica Lema

Mónica Lema

“En mi niñez uno no tenía ni celulares ni teléfonos. No había cómo estar en contacto. Y tampoco uno escuchaba un cariño porque los papás eran reservados. Uno no escuchaba que tu papá o tu mamá te dijera que te amaba, aunque así era”.

2,2 era el promedio del número de hijos que tienen las ecuatorianas hasta 2018. En 1989 era de 3,8, según el INEC.

3,7 millones de madres, hasta el 2015, registró el Instituto Nacional de Estadística y Censos en Ecuador.

16,3 por ciento de nacimientos que se registraron en Ecuador, en 2020, se dieron a través de adolescentes y jóvenes entre 15 y 19 años. (AWM)-(I)

Por. José Mosquera Baca

jmosquera@54.196.56.88

Andrés Mazza

amazza@ana-calle-riera

Fotos: Xavier Caivinagua Astudillo

El Mercurio-Cuenca

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