14 ex estudiantes de la Universidad de Cuenca superaron el MIR y obtuvieron una plaza para estudiar en España

Estudiar día y noche, no salir de sus hogares, revisar una y otra vez docenas de textos, aprenderse un montón de conceptos médicos: así fue la vida de catorce jóvenes y ex estudiantes de la Universidad de Cuenca en los últimos dos años.

Adentrarse a ese ritmo se debió a que decidieron rendir el MIR (Médico Interno Residente) de España, un examen que permite ingresar a un sistema de formación de especialistas en las áreas de la medicina.

La prueba es considerada como una de las más difíciles del mundo, ya que evalúa desde los contenidos de las primeras materias de la carrera de medicina hasta conceptos y casos de las especialidades médicas.

Por esa misma razón es que, quienes aspiran a realizar la prueba MIR deben revisar y estudiar un sinnúmero de libros, y en caso de ser extranjero, ingresar obligadamente a una academia en donde les guían para obtener el mejor resultado posible.

En el caso de los jóvenes que egresaron de la Universidad de Cuenca fue tal cual: estudiar a través de un centro español para alcanzar lo que para ellos era un sueño que se volvería una realidad.

“Uno de los retos de este examen es que solo el 4% de las plazas es para extranjeros. Es bastante peleado por un extranjero poder entrar en esta examen. Esto no es como una prueba para entrar a la universidad. Acá se estudia uno o dos años para darlo”, explicó Juan Ochoa.

Juan es uno de los médicos que rindió la prueba en enero de este año, luego de pasar por una serie de procesos complejos: separarse de su familia para prepararse para el MIR en el extranjero; estudiar todos los días, sin descanso; y sobrellevar la carga psicológica que deja el propio sistema para acceder a una especialidad en España.

Juan también es quien convenció a sus amigos y colegas de que se preparen para rendir el MIR, después de que su hermano, Francisco Ochoa, hiciera lo mismo con él. Francisco es médico, y ya en el 2017 él obtuvo una plaza tras aprobar el MIR.

Entre quienes se dejaron llevar por la motivación de los hermanos Ochoa estuvieron los médicos Juan José Moscoso, Arianna Andrade y Christian Turín. Todos ellos siguieron el mismo proceso que Juan.

“Practicamente vives para estudiar. De las 16 horas al día que tienes las distribuyes para estudiar doce horas al día”, dijo Juan José.

Aun así, a pesar de todos los sacrificios, los colegas se empeñaron en obtener el resultado que esperaban. Y al final no fue solo así, sino que Juan Ochoa fue quien obtuvo la octava mejor nota en su calidad de extranjero.

Ello, más la obtención de una plaza de los catorce jóvenes, incluidos Juan José, Arianna Andrade y Christian Turín, de la Universidad de Cuenca, se convirtió en un hito porque, por primera vez, un gran número de médicos cuencanos se especializarán en diferentes lugares de España a partir de finales de este mes.  

Con el resultado, desde hace algunos días, los jóvenes han tratado de compartir que sí se puede acceder un sistema de formación de especialistas, que solo se necesita una guía y tiempo para prepararse.

“Es completamente posible. Solo necesitas una persona que te dé la suficiente seguridad para decirte que sí puedes. Dale, dedícate y espera el resultado”, dijo Moscoso.

Y las personas que desean guiar a los nuevos médicos de la ciudad quieren ser precisamente ellos: Juan Ochoa, Juan José Moscoso, Arianna Andrade y Christian Turín. Para ello han puesto a disposición sus cuentas de Instagram.

Los interesados en aplicar al MIR y recibir consejos y guías pueden contactarse a través de cualquiera de las siguientes cuentas: @juan8ase, @jjosemv7, @arii.andrade o @cristh_tm. (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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