Inspirado en un filme de Robert Bresson, Jerzy Skolimowski propone ver el mundo con la mirada de un burro en «Eo», la película con la que el director polaco compite por la Palma de Oro y que ha entusiasmado a una parte de la crítica por su elevada apuesta visual y sonora.
A sus 84 años, con una treintena de películas a sus espaldas y veterano de la competición, el director de películas como «Moonlighting» (1982), con la que obtuvo el premio al mejor guion, plantea ahora una «road movie» animal y de tintes apocalípticos.
Conectado a través de una videoconferencia a la rueda de prensa en Cannes, Skolimowski explicó su deseo de manifestarse en contra del maltrato animal. «Espero que esta película toque los corazones y los cerebros humanos», dijo.
El director no pudo acudir a Cannes porque se encuentra hospitalizado en Varsovia tras haber sufrido una caída.
Eo es un burro que trabaja en un circo, donde recibe las mejores atenciones y caricias, pero en un giro absurdo de los acontecimientos se ve obligado a abandonarlo por las protestas de los activistas que denuncian el maltrato animal.
Comienza entonces un periplo en el que el burro es testigo una y otra vez de la crueldad o la estupidez humana. Skolimowski da la vuelta a los roles clásicos denunciando la bestialidad del hombre y reivindicando la inocencia del burro.
Y lo apuesta todo a la imagen y el sonido ambiente, desplegando una gran imaginación y habilidad para simular el punto de vista del burro. Hay muy pocos diálogos salvo en escenas puntuales, como la que protagoniza la actriz francesa Isabelle Huppert.
Tras siete años alejado de las pantallas, Skolimowski rinde homenaje a la única película que según ha dicho le ha hecho llorar, «Au hasard Balthazar» (1966) de Robert Bresson, en la que se ha inspirado. EFE
