El fin de semana tuve la oportunidad de conversar con un morador y a la vez Taita que vive en El Cajas y me dio una explicación bastante mágica de lo que está ocurriendo allí, de no creer, pero que deja pensando; manifiesta que El Cajas está enojado y no quiere que entren, que le molesten, que le sigan abusando. Dice: “mire, en el Km. 49 hay un enorme deslave y se cierra la vía y desde Guayaquil no se puede entrar, luego en el Km. 10 en el sector de Marianza se viene abajo la montaña, mata a seis personas y nadie puede pasar desde Cuenca, es decir, El Cajas se queda solitario y en paz como antes”.
El Taita dice “que El Cajas enojado y aislado está reclamando a los cuencanos mayor atención. La naturaleza es un ser vivo y nosotros somos parte de ella, somos una misma cosa. No es que la naturaleza está por un lado y nosotros por otro, la naturaleza viviente de El Cajas está reclamando mayor atención, un mayor cuidado, concluye”. En efecto, las autoridades de ETAPA han abandonado el cuidado medioambiental del Parque Nacional Cajas. Solo para señalar un ejemplo, existe basura a lo largo de la carretera en los senderos, en los parqueaderos, en los miradores. Los árboles de polylepis cerca de Tres Cruces están muriendo, la fauna y la flora se desmayan.
Efectivamente, a ETAPA le importa menos la conservación ambiental puesto que a la Subgerencia de Gestión Ambiental le quitaron de la subgerencia general y le pasaron únicamente a la gerencia de agua, por lo que controla la conservación hídrica, pero, no le preocupa ahora el mantenimiento de la biodiversidad ni la salud de la naturaleza. Al parecer, ETAPA ya no protege, restaura ni se preocupa del uso sostenible del ecosistema del Parque; ya no detiene ni revierte la degradación. La sugerencia del Taita puede parecer hasta absurda, pero, pide un mayor cuidado ambiental. (O)