La pandemia del coronavirus redujo la esperanza de vida en Portugal a los 80,72 años en el trienio 2019-2021, una disminución de 4,1 meses en comparación con el periodo anterior, que supuso un retroceso hasta valores similares a 2017.
Así se desprende de un informe difundido por el Instituto Nacional de Estadística (INE) luso, como resultado del número de muertes en el contexto de la pandemia del coronavirus y «principalmente de personas con edades iguales o superiores a los 60 años, en particular entre los 65 y 84 años».
Estas cifras retoman valores próximos a los notificados en el trienio 2015-2017 (80,78 años), precisó la entidad.
Por géneros, la esperanza de vida al nacer de los hombres se situó en los 77,67 años y en los 83,37 años para las mujeres, una caída de 4,8 meses para ellos y de 3,6 meses para ellas.
El INE añadió que, en una década, se registró un aumento de 14 meses de vida para la población, siendo 14,4 meses para los hombres y 11,3 para las mujeres.
En concreto, para las mujeres ese aumento se debió «sobre todo por la reducción en la mortalidad en edades iguales o superiores a 60 años», mientras que en los hombres la subida «siguió siendo mayoritariamente por la reducción de la mortalidad en las edades inferiores a los 60 años».
Por otra parte, entre 2019 y 2021, la esperanza de vida a los 65 años fue de 19,35 años para toda la población.
En concreto, los hombres de 65 años podían vivir 17,38 años más, mientras que las mujeres de esa misma edad podían vivir todavía 20,80 años, lo que supuso una reducción de 4,6 y 3,7 meses, respectivamente, frente al trienio 2018-2020.
En los últimos años, la esperanza de vida a los 65 años aumentó 5,5 meses para los hombres y 7,2 meses para las mujeres.
El indicador de la esperanza de vida difundido por el INE marca también la edad de jubilación en Portugal, que, con esta caída, supondrá el adelanto del fin de la vida laboral hasta los 66 años y cuatro meses en 2023, tres meses menos de lo que se exige actualmente en el país. EFE
