¿Con qué político le gustaría tomarse una cerveza?
Seguro están pensando en un nombre que represente a alguien buena onda, interesante, de agradable conversación, simpático y atento a escuchar. Alguien buena gente. La pregunta ha sido parte de algunos estudios de opinión pública que intentan medir la autenticidad y carisma del político. El principio detrás de la pregunta es que a la gente le interesan los liderazgos más cercanos y carismáticos, es una especie de puerta de entrada para llegar a influir en la decisión del votante.
Por ejemplo, Bush fue más popular en esta opción de la encuesta, que Johan Kerry, su contendor. Trump superó a Hillary, entre otras cosas porque la cerveza está culturalmente más asocida con los hombres.
Dado que, a simple vista, la fórmula parece que funciona, hay muchas tiendas políticas que este momento incrementan los esfuerzos de exposición y cercanía con la gente de parte de sus candidatos. Sin embargo, se olvidan que para llegar a obtener resultados electorales, el carisma no es la única pregunta que se le hace a la gente. Las siguientes tratan sobre la honestidad del candidato, si ha tenido posiciones contradictorias en los temas políticos, si entiende los problemas del diario vivir de los ciudadanos, si tiene un liderazgo fuerte y decidido, si comparte tus mismos valores, si puede gestionar de manera efectiva su gobierno y si tienen un plan concreto para resolver los problemas.
No. No alcanza con ser el pana buena gente con el que se puede compartir una cerveza. (O)