El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, prosigue contactos “muy activos” para que se reanuden las negociaciones del acuerdo nuclear iraní, informó este martes su portavoz Peter Stano.
“Borrell, como coordinador del acuerdo, continúa contactos muy activos con los participantes y también con Estados Unidos para que el proceso avance y se reanuden las conversaciones de Viena a fin de que puedan concluir muy rápido un acuerdo”, indicó Stano durante la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea.
El portavoz recalcó que “se ha hecho mucho hasta ahora” y que “hay poco que quede por solucionar”, aunque precisó que “se necesita mucha voluntad política, o buena voluntad, para ello”.
“En este momento, continúan los esfuerzos, pero no puedo decir la fecha concreta que quieren saber (para concluir un acuerdo). Pero los esfuerzos continúan y el alto representante y su equipo están muy ocupados”, subrayó Stano, quien llamó la atención sobre “la frecuencia de las llamadas” que Borrell está manteniendo con la contraparte iraní.
“Estamos muy cerca; no estamos aún ahí, los esfuerzos continúan”, apuntó.
El portavoz comunitario aseguró que el coordinador del acuerdo “actúa de manera diplomática y con confidencialidad, así que no podemos hablar públicamente sobre las posiciones, los asuntos pendientes o los progresos logrados”.
“Lo que estamos intentando lograr es que los participantes sean capaces de acordar la manera de cerrar un acuerdo para que el pacto vuelva a estar plenamente funcionando y permita el retorno de Estados Unidos a ese acuerdo tan importante”, concluyó.
El pasado miércoles, la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) adoptó con amplia mayoría de sus 35 miembros una resolución crítica con Irán por su falta de transparencia en la cooperación con la agencia nuclear de Naciones Unidas.
Un día después, Irán anunció que tomará medidas «proporcionadas» como respuesta a esa resolución, entre ellas, la instalación de nuevas centrifugadoras y el apagado de cámaras de vigilancia.
El desmantelamiento de las cámaras implica que el OIEA no podrá verificar que el programa nuclear de Teherán persigue únicamente fines pacíficos, como sostienen las autoridades de la República Islámica.
Esta capacidad de verificación es una condición indispensable para que Estados Unidos acepte la vuelta al tratado nuclear.
Irán negocia desde el año pasado con Estados Unidos y otras cinco potencias restablecer el pacto atómico, del que ese país se retiró unilateralmente bajo la presidencia de Donald Trump en EEUU (2017-2021).
El acuerdo preveía importantes limitaciones al programa nuclear del país a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
Las conversaciones se encuentran suspendidas desde marzo pasado, sin que por el momento haya un acuerdo a la vista. EFE