La detención del presidente de la CONAIE, la semana pasada, abrió cierto debate sobre la conveniencia o no de haberla llevado a cabo. Algunos ciudadanos defendían la medida adoptada por las fuerzas del orden, aduciendo que “ya era hora” de tomar decisiones firmes frente a las nuevas movilizaciones convocadas por la dirigencia indígena. Otros, en cambio, expresaban su desacuerdo argumentando, por un lado, que el procedimiento podía “atizar el fuego” y empeorar la situación y, por otro lado, que a lo mejor la mencionada detención, al convertir en “víctima” al presidente de la CONAIE, contribuía más bien a hacer crecer su imagen dentro de los grupos movilizados. Lo cierto es que, muy poca gente se dio el trabajo de analizar la legalidad o no de la detención que, al final, debería ser el punto clave de la discusión, porque significa que ninguna persona en el país se encuentra exenta del cumplimiento de la ley y que, quién la incumple, debe ser sometida a los jueces pertinentes.
Plantear un diálogo entre dos o más partes y, sobre uno o varios temas, implica posiciones divergentes. Si alguien va a participar en un diálogo, tiene que estar claro de cuáles son sus propuestas y cuáles son las propuestas de los demás actores. Desde mi punto de vista entonces, y no creo estar muy equivocado, para participar en un diálogo se requiere la voluntad para hacerlo y encontrar puntos de coincidencia para sacar el proceso adelante. Anteponer condiciones que, se las sabe, imposibles de cumplir o realizar planteamientos irreductibles, llevan al fracaso la posibilidad de cualquier acuerdo y representan una actitud sin transparencia y con inconfesables fines.
Pachacutik, brazo político de la CONAIE, tiene una bancada importante en la Asamblea Nacional, ¿Por qué no utilizar el trabajo de “su” grupo de legisladores para presentar proyectos de ley en relación con sus actuales pedidos?, ¿Por qué no utilizar los mecanismos establecidos en la Constitución actual, en cuya elaboración participó la dirigencia indígena, para cristalizar sus planteamientos?, ¿no sería ello una demostración de respeto a la ley y a la sociedad ecuatoriana? (O)