El Parlamento alemán eliminó, con los votos de la coalición de Gobierno y de la opositora La Izquierda, la prohibición a los centros médicos de informar sobre el aborto, considerada la última medida restrictiva al personal sanitario para la interrupción voluntaria del embarazo.
La propuesta, que había sido incluida en el pacto de coalición suscrito en diciembre entre socialdemócratas, verdes y liberales, recibió el apoyo de las tres fuerzas gubernamentales, junto con el de La Izquierda, mientras que el bloque conservador y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) lo rechazaron.
La abolición del llamado párrafo 219a era objeto de debate desde hace años en Alemania, pero no llegó a plasmarse en un proyecto de ley hasta la llegada a la Cancillería de Olaf Scholz, al frente de su tripartito con ecologistas y liberales.
Dicho párrafo prohibía a las consultas médicas y demás centros de atención a la mujer dar información, preferentemente a través de sus páginas web u otros medios, sobre métodos de interrupción voluntaria del embarazo.
Se consideraba que hacerlo podía obedecer a intereses «estricta o parcialmente» económicos, equiparable a otro tipo de publicidad, según el bloque conservador, integrado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU).
La supresión de ese párrafo era una cuestión «más que apremiante», según el ministro de Justicia, el liberal Marco Buschmann. En su opinión, mantenerlo vigente implicaba «añadir problemas» al sector médico o incluso colocarlo a las puertas de incurrir en delitos, en aras de brindar la información que precisa una mujer en esa situación.
El proyecto de ley del tripartito de Scholz contempla rehabilitar a los médicos que desde 1990 habían sido sancionados por ignorar esa restricción, algunos de los cuales llevaron su campaña a los medios de comunicación.
Entre esos casos está el de la médica Kristina Hänel, presente hoy en la tribuna de visitantes del Bundestag y quien llevaba años reclamando la abolición de ese párrafo y siguió informando por medios digitales sobre la cuestión, lo que le costó varias sanciones. EFE