En estos días de paro los árboles han pagado para cerrar las vías en cualquier parte del país. Los manifestantes tapan la carretera con ramas o con árboles, se tumba o tala un árbol, muy sencillo y “ya está”, bastan tres o cuatro personas y los árboles solos detienen el tráfico. Es extraño, los campesinos que dicen cuidar la madre Tierra, la Pachamama no les importa derribar los árboles y de cualquier especie, no importa si es eucalipto, nogal, capulí, sarar, marar, o reina claudia lo importante es que sea grande y caiga sobre la vía. El cuidado de la naturaleza no importa.
En los mercados, en los comisariatos y las abacerías del país se venden atados de leña y fundas de carbón, en las chimeneas de las villas se ve el humo que produce la quema de la leña y para el asado de pollos, cuyes y carnes para los chuzos utilizan sin piedad el carbón. No existe autoridad alguna que frene la tala de bosques y la venta de leña y carbón. En los bosques primarios de la provincia y de la región los hornos para obtener el carbón están siempre prendidos y luego reclamamos que el clima está cambiando.
La deforestación que reduce sin piedad la superficie forestal y tiene consecuencias irreversibles sobre el medio ambiente. La tala de árboles provocado por el impacto de las actividades humanas causa la pérdida de bosques y selvas y claro la pérdida de los bosques trae consigo la pérdida del hábitat de millones de especies de animales y plantas que viven allí. Por estas causas la Tierra también se pierde. National Geographic dice que los últimos 15 años la deforestación ha arrasado con 49 mil hectáreas destruyendo bosques y selvas de forma masiva. El Fondo Mundial para la Naturaleza WWF dice que el mundo está cambiando porque grandes áreas de bosques están amenazadas y aquí no hay una ordenanza que frene este desastre. (O)