El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cerró su participación en la cumbre de la OTAN, que se ha celebrado entre ayer y este jueves en Madrid, no sin antes advertir a su homólogo ruso, Vladímir Putin, de que ahora la alianza es más fuerte y está más unida.
Biden dio una multitudinaria rueda de prensa en Ifema, el recinto ferial de la capital de España donde se ha desarrollado el encuentro, con la que puso punto final a su asistencia la cumbre de los aliados, antes de partir hacia EE.UU.
Recordó que en el pasado le dijo a Putin que si invadía Ucrania «la OTAN no sólo se volvería más fuerte, sino que quedaría más unida y que veríamos a las democracias del mundo plantarse y oponerse a su agresión».
«Y eso es exactamente lo que estamos viendo hoy», apuntó.
FORTALECIMIENTO DE LA OTAN
Para Biden, esta cumbre ha sido sobre «el fortalecimiento» de la alianza y para responder a los retos actuales en el mundo y a las amenazas que se afrontarán en el futuro.
«El mundo ha cambiado mucho (…) y la OTAN está cambiando también, en esta cumbre nos hemos unido con nuestros aliados para responder tanto a las amenazas directas de Rusia en Europa y a los desafíos que Rusia supone para el mundo basado en normas», remarcó.
Biden subrayó en su comparecencia ante los medios que los aliados apoyarán a Kiev el tiempo que sea necesario y que Rusia ya está pagando un alto precio por la decisión de atacar el país vecino.
«Miren el impacto que la guerra en Ucrania ha tenido en Rusia, han tenido que incumplir (el pago) de su deuda nacional por primera vez desde el comienzo, casi 100 años», indicó el mandatario de EE.UU., quien en vez de permanecer estático detrás del atril, hubo un punto en que empezó a pasearse por el escenario montado en la sala de prensa.
Biden explicó que Moscú ha perdido «15 años de ganancias» en su economía y que su situación va a empeorar por las restricciones a las exportaciones de bienes tecnológicos a Rusia.
«Van a tener problemas para mantener su producción de petróleo porque no tienen la tecnología para ello», aclaró el mandatario, al tiempo que agregó que los rusos se van a encontrar en una situación similar en lo que respecta a las armas y sus sistemas militares.
UN PRECIO «MUY, MUY FUERTE» PARA RUSIA
En consecuencia, «están pagando un precio muy, muy fuerte por esto», remarcó.
El presidente de EE.UU. aprovechó esta intervención para informar de que la próxima semana su Gobierno anunciará el envío de 800 millones de dólares adicionales en armas a Ucrania.
Y es que, destacó, su país y la OTAN van a estar pegados a Ucrania.
Aseguró que la guerra en ese país ha supuesto un «golpe grave» para Rusia, dado que ha perdido su reputación internacional: «Rusia está en una postura en que todo el mundo está mirando y diciendo, ‘un segundo, ¿Todo este esfuerzo para intentar tomar todo el país?’ Intentaron tomar Kiev, perdieron; intentaron tomar el Donbás, y no lo han hecho todavía».
El presidente estadounidense señaló que así como los aliados están proporcionando a Ucrania las capacidades para enfrentarse a Moscú, «la valentía arrolladora que están mostrando ha demostrado, de hecho, que pueden seguir resistiendo a la agresión rusa».
Biden admitió que desconoce cómo se va a poder poner punto y final a la contienda pero aseguró que «no acabará con una derrota de Ucrania por parte de Rusia en Ucrania».
Durante el primer día de la cumbre, el presidente estadounidense anunció un aumento de la presencia militar de su país en Europa, en concreto en seis naciones -Polonia, Rumanía, Alemania, España, Italia y el Reino Unido-, así como en la región báltica.EFE