Un cordial amigo, comentando un artículo en el que hablo de los pájaros en la huerta comenta, suelto de lengua y no con menos humor e ironía, -tanto ya, ni que fuera el Arca de Noé-. Pasado el aturdimiento y la risa consiguiente, apenas avanzo a contestar –bueno, Noé construyó su Arca, nosotros solo sembramos unas plantas y conservamos los árboles que existían, en buen romance -respetamos y ampliamos su casa-.
Y ahora, disfrutamos, desde la mañana mirando a Picogrueso acercarse a la tabla de moler en donde hemos dejado pepitas de sambo, llega haciendo tambos de rama en rama; se posa sobre un chirimoyo y mira a todos los lados, podemos verlo tras la vidriera del dormitorio, esbelto de amarillo su plumaje contrastando con el regio negro de sus alas y pico; mira, remira y en cortos vuelo pasa a un níspero, a un peleusí y desde un cañaro desciende, estremeciendo con su vuelo los geranios; en la tabla de moler, parece hacer un inventario del entorno antes de comenzar a picotear las pepitas. Llega uno más y otros, de pronto son dos parejas de Picogrueso Ventriamarillo, nuestro emblemático Chugo, desayunando. Se van en pareja, de rama en rama en cortejo y luego solo escuchamos la armonía de sus trinos. Se repite a la media mañana, al medio día y en la hora de la oración. A veces vemos combatir en el ramaje a picogrueso con los mirlos, intervalo aprovechado por una tórtola que llega pausada y los gorriones; mientras de las madreselvas, Jacarandas y jazmines se suspenden los picaflores y las abejas zumban de flor en flor. Es así, de simple, como la naturaleza se manifiesta, pienso.
No busquemos pájaros en los libros, pinturas, esculturas, You Tuve o en el Arca de Noé únicamente, busquemos en nuestros jardines y huertas, en prados y avenidas, en nuestros parques lineales y naturales; en las orillas de los ríos, quebradas y lagunas; en las colinas y cerros que rodean la ciudad, como en el emblemático Guagualzhumi y su biodiverso entorno riquísimo de aves emblemáticas y otras especies, cuidando, respetando y haciendo respetar su integridad. (O)