El presidente Guillermo Lasso posesionó a los nuevos ministros de su gabinete la tarde de este martes 5 de julio de 2022 en el Salón Amarillo del Palacio de Carondelet.
Los nuevos nombramientos son los siguientes:
Pablo Arosemena: Ministerio de Finanzas, en reemplazo de Simón Cueva.
María Gabriela Aguilera: Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda.
Darío Herrera: Ministro de Transporte y Obras Públicas, en reemplazo de Marcelo Cabrera.
Andrea Montalvo: Secretaria de Educación Superior en reemplazo de Alejandro Ribadeneira.
Esta tarde, el presidente también posesionó a Alfredo Ortega Maldonado, nuevo representante principal del Ejecutivo ante el Consejo Directivo del IESS en reemplazo de Francisco Cepeda.
La salida de los tres ministros y el titular de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Teconología (Senescyt) ocurre después del paro nacional y el intento de destitución del presidente Guillermo Lasso en la Asamblea Nacional.
Entre los ministros salientes está el cuencano Marcelo Cabrera, quien asumió el cargo cuando Lasso inició su mandato el 24 de mayo de 2021. El exalcalde de Cuenca aseguró que él ya tenía planificado retirarse.
Durante la ceremonia no se mencionó sobre la persona que reemplazará a la ministra de Salud Pública, Ximena Garzón, quien presentó anoche su carta de dimisión, la misma que ha sido aceptada por Lasso.
El mandatario sí agradeció a Garzón por su trabajo al frente del plan de vacunación contra la covid-19, cuyo aplicación ha sido elogiada por la Organización Panamericana de la Salud y que ha permitido que 8 de cada 10 ecuatorianos hayan recibido 2, 3 y hasta 4 dosis, según dijo.
Lasso aprovechó la ocasión para atribuirle a la «movilización social indefinida» que protagonizó el movimiento indígena entre el 13 y 30 de junio pasado contra la gestión económica del Gobierno, las pérdidas en la producción generadas con el cierre de vías.
Según el gobernante, las protestas causaron pérdidas por 1.000 millones de dólares, de los cuales 260 millones en el área petrolera, una cifra que difiere con los más de 500 millones estimados por la estatal Petroecuador.
No obstante, aceptó que la protesta dejó en claro que el Estado debe atender al campo y cambiar la realidad de exclusión de los sectores campesinos.
Lasso también envió un mensaje de unidad y dijo que esta es «la hora de curar heridas, superar divisiones y unirnos a un solo objetivo: reconstruir y hacer crecer al país».
«Se vienen desafíos de otro tipo» dijo el mandatario que pidió a sus ministros y colaboradores poner «manos a la obra». EFE/El Mercurio