El Festival de Jazz Montreux se encuentra a medio camino de su edición de este año, que cierra el próximo día 16, y lo ha celebrado dedicando su mayor escenario a artistas latinoamericanos, el duo de guitarristas mexicanos Gabriela & Rodrigo, y el colombiano Juanes.
Los primeros destacaron por su excelencia técnica en el manejo de la guitarra, su modestia y su voluntad de -más allá de tocar con virtuosismo- establecer un puente con el público presente en este prestigioso festival, creado hace 56 años y cuya única pausa desde entonces fue la que forzó la pandemia de covid-19.
Durante ese difícil periodo, ambos guitarristas no pudieron ofrecer conciertos, pero no pararon de trabajar y se reunían cada día para improvisar y crear, en un proceso que resultó tan productivo que las canciones «salían como panes del horno», comentó Gabriela al auditorio.
La gente rió y ambos continuaron tocando a una velocidad inaudita y recibiendo estruendosos aplausos del público, totalmente cautivado por su creatividad, su impresionante energía y el estado parecido al trance en el que entraba sobre todo Gabriela, con sus rasgeados rápidos y técnicas de percusión.
Solos, con dos guitarras clásicas, ambos llenaron el auditorio Stravinsky de una música equivalente a la de una banda entera.
No ha sido la primera vez que Gabriela & Rodrigo han tocado en el Festival de Jazz de Montreux, en Suiza, al que han vuelto después de ocho años, con una impactante madurez musical y que muy probablemente muchos de los asistentes recordarán por mucho tiempo.
Sin embargo, Juanes era el plato principal de la noche en la localidad de Montreux, una gran fiesta de la música que los organizadores no quieren que se limite a quienes pueden pagar entradas (que empiezan en unos 80 euros), sino que quieren compartir con la población entera, jóvenes y no tan jóvenes.
Para ello han programado un total de 500 conciertos en 13 escenarios por los que defilan una variedad de géneros y talentos.
Juanes, uno de los mayores exponentes del pop latino, empezó suave y fue «in crecendo» en un escenario en el que dijo varias veces que consideraba «un honor» cantar, con el que había soñado y que al que no sabía si llegaría algún.
En un escenario intimista como el del Festival de Montreux -donde el Stravisky es el auditorio más grande con capacidad para 4.000 personas- Juanes decidió bajar a cantar en medio del público «Alguna Vez «, una canción que compuso para su hija mayor Paloma.
Con el público ya en el bolsillo, Juanes se pudo haber contentado con su propio repertorio, pero decidió explorar territorios de otros, con canciones como «Could You Be Love», de Bob Marley, y «Enter Sandman», de Metallica, porque para él la riqueza de la música está en su increíble variedad, según comentó.
Ya más cerca culturalmente, el cantante colombiano -ganador de 16 Grammys Latinos- cantó sendas canciones de Juan Luis Guerra y de Juan Gabriel, figuras imborrables de la música latinoamericana de las últimas décadas. EFE