Latinoamérica vive una «crisis de prevención» del VIH y está «perdiendo el liderazgo» en la respuesta al virus, pero «está a tiempo» de recobrarlo y de lograr la meta de «acabar con el sida como un problema de salud pública en el 2030», afirmó la directora regional de ONUSIDA, Luisa Cabal.
En una entrevista con Efe, Cabal citó datos del informe «En Peligro», difundido este miércoles por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), según el cual en el 2021 Latinoamérica registró «110.000 nuevas infecciones y 2,2 millones de personas vivían con virus».
Si se comparan las cifras de 2021 con las de 2010 la variación es de alrededor del 5 %, aseveró la funcionaria de la ONU.
«Para la región, un dato de alarma es que uno de tres países con aumento de infecciones desde el 2015 está en América Latina y el Caribe. Esto nos quiere decir (…) que se había creído que (el VIH/sida) ya no era epidemia preocupante» pero «está con nosotros y podemos perder décadas de esfuerzo e inversiones si no nos ponemos las pilas», dijo Cabal.
Latinoamérica «ha sido una región líder en la respuesta al VIH y estamos perdiendo ese liderazgo. Es desafortunado que ese aumento en las infecciones en nuestra región nos muestre esa pérdida de liderazgo, pero no es tarde», sostuvo la alta funcionaria de la ONU.
UNA CRISIS DE PREVENCIÓN
La región está padeciendo una «crisis de prevención» como consecuencia de que no se han tomado las decisiones políticas que tocan ni se está invirtiendo en las herramientas que ya se sabe que funcionan en esta tarea, como el acceso a la educación sexual o el uso de nuevas tecnologías como los medicamentos profilácticos para prevenir el contagio, explicó Cabal.
«Perdemos la batalla, además, cuando en los servicios de salud se estigmatiza y se discrimina. Una persona trans que es estigmatizada en el servicio de salud, no se van a realizar la prueba», o es una barrera el que «un adolescente no puede acceder al servicio de salud sin el consentimiento de sus padres» para hacerse un test.
Cabal destacó que en América Latina «el 97 % de la respuesta al VIH es cubierta por los gobierno nacionales», pero dada la pandemia global de la covid-19 y la guerra en Ucrania, se corre «el riesgo de que se descuide y no se dé respuesta a esta alerta roja».
Ya se sabe cuáles son «las cosas que funcionan, las llamamos la prevención combinada: una serie de elementos desde la educación sexual hasta los condones (…) entonces necesitamos una combinación de compromiso político y de inversiones para quienes lo necesitan más y dónde lo necesitan más».
«Tenemos que invertir más en prevención y en los métodos que sabemos que funcionan. Ese es un mensaje clave para los gobiernos latinoamericanos», agregó la directora regional de ONUSIDA.
LOS MÁS AFECTADOS Y LA BRECHAS EN EL ACCESO A LOS TRATAMIENTOS
Cabal precisó que el 93 % de las nuevas infecciones en Latinoamérica son en las poblaciones que sufren mayor estigma y discriminación, las llamadas poblaciones clave: los hombres gay, los hombres que tienen sexo con hombres, las mujeres trans, los trabajadores del sexo y personas que usan drogas.
Y la región «no ha logrado cerrar las brechas en el acceso a las pruebas y el tratamiento», porque si bien ha habido un progreso en la materia, «aún 31 % de las personas viviendo con VIH en Latinoamérica todavía no están en tratamiento» por factores «como el costo y otras problemáticas».
«El estigma y la discriminación hace que la gente no quiera ir a hacerse la prueba, no son retenidas en el tratamiento y no estamos llegando a ellas con los métodos de prevención adecuados así tengamos las herramientas y la tecnología», dijo Cabal.
A RECOBRAR EL LIDERAZGO
Cabal recalcó que Latinoamérica ya ha demostrado su capacidad de liderazgo para «abordar la exclusión y la discriminación, y esta es la hora de retomar ese liderazgo político, de ser incluyentes y de hacer las inversiones donde sabemos que pueden tener impacto» a fin de combatir el VIH/sida.
«No podemos dar marcha atrás, hemos tenido grandes logros. Esta ha sido una maratón en la que Latinoamérica ha sido el líder, estamos en la última milla de aquí al 2030 en esa maratón y hemos desacelerado. El mensaje para los gobiernos: es hora de retomar ese impulso».
La región puede «ser líder en demostrar que el VIH puede ser una epidemia del pasado en el 2030 si se hacen las decisiones políticas, si se ejerce el liderazgo, si se empoderan a las comunidades para acabar con el sida como un problema de salud pública en el 2030», aseveró la directora regional de ONUSIDA. EFE