La agrupación universitaria regresó a la ciudad tras ganar un certamen internacional en Murcia, España.
Cuando en octubre de 2017, José Chalco Quezada empezó a ejecutar su idea de formar la primera Tuna del Ecuador, en lo único que había pensado era en, primero, compartir su gusto por la música, y, segundo, en hacer una formación integral de los estudiantes y de la comunidad universitaria.
Porque la Tuna, desde sus orígenes en el siglo XV, era eso: el trabajo de un grupo de estudiantes universitarios talentosos para tocar un instrumento. Con el paso del tiempo, además de los jóvenes alumnos, se vincularon maestros y personas que tenían alguna relación con la universidad.
Todo ello había leído e investigado José, quien, hace cinco años, propuso a la Universidad del Azuay, en donde es el actual decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas, que se fundara una Tuna sin saber que, lo que estaba haciendo, tendría una trascendencia mundial.
Pero antes de eso, estudiantes, exestudiantes, personal administrativo y docentes se juntaron con José para ser parte de la agrupación que, a medida que avanzaba y ganaba experiencia, añadió sus propias características e instrumentos a la Tuna de la UDA.
Las tunas, desde que empezaron a formarse en España, país donde surgieron aquellas agrupaciones universitarias, usaron instrumentos que se convirtieron en básicos y propios: la bandurria y el laúd, con sus timbres altos que llevan la melodía, y la guitarra como compañía.
En el caso de la Tuna de la Universidad del Azuay, si bien usaron bandurrias, laúdes y guitarras cuando iniciaron, agregaron instrumentos de percusión y de viento, como la quena y la zampoña, porque interpretaron canciones de Ecuador.
“En nuestra Tuna hay un aporte de talentos jóvenes y diría reposados como la mía. Y, precisamente, eso es una armonización que se logra. Pero lo importante es que los jóvenes han llegado a identificarse con esta agrupación”, dijo José Chalco a diario El Mercurio.
Precisamente por ese encuentro intergeneracional es que ha habido una mezcla de instrumentos que, sin pensarlo, los llevaría a ser reconocidos en el mundo.
Logro internacional
Entre el 7 y 9 de julio, en Murcia, España, se llevó a cabo la edición 26 del certamen internacional de Tunas “Barrio del Carmen”.
El concurso ya había sido visualizado por la Tuna de la Universidad del Azuay en el 2021, según Erick Jiménez, un joven estudiante de medicina, quien toca la guitarra desde hace dos años con la agrupación.
Fue entonces que la Tuna cuencana se puso a ensayar para viajar a Murcia y ser parte del certamen.
Ya en la ciudad española a principios de este mes, los jóvenes llegaron con sus bandurrias, laúdes, guitarras, zampoñas, quenas, bandoneones y cuatros, y con un repertorio conformado por pasillos y sanjuanitos.
La mezcla de instrumentos, más la música nacional presentada en las dos tandas que tenía el certamen, valió para que la agrupación de la Universidad del Azuay se llevara el primer lugar tras superar a las presentaciones de tunas de México y Chile.
“Además de ese primer lugar, una de las cosas maravillosas con las que nos encontramos fue con ecuatorianos en Murcia, que disfrutaron la música nacional que llevamos”, dijo José Chalco.
Tras el logro, la Tuna de la Universidad del Azuay obtuvo una atención de un público que hasta hace un par de semanas solo asociaba la palabra tuna con la fruta, y, hoy, sabe que hay una agrupación de jóvenes y adultos que pusieron el nombre de Cuenca en el mundo.
“Para nosotros mismos fue abrir los ojos y darnos cuenta de que las tunas son alegrías, amistada, que es una fiesta. Ahora con este logro el siguiente objetivo es seguir estudiando y seguir mejorando”, dijo Belén, cantante de la Tuna de la Universidad del Azuay. (AWM)-(I)