El umbral de la pobreza

Eduardo Sánchez Sánchez

En Ecuador existe riqueza por doquier, cuatro regiones que nos dotó la naturaleza en su territorio y que no han sido aprovechadas de manera responsable, técnica, ecológica, y por otro lado en un mundo de inequidades que producen los frutos que hoy conocemos.  Falta la educación tanto en quien dirige el mundo del agro, cuanto en quien labora en el mundo verde, no es correcto haber destruido la vegetación nativa en el orden de 70.000 hectáreas por año (según el proyecto Evaluación Nacional Forestal del Ministerio del Ambiente), deterioro constante de los suelos que al ser erosionados decrementan la producción agrícola, Erosión o fenómeno que lacera la calidad de los suelos con un empobrecimiento que se traduce en hambre y dependencia de fertilización con química sintética intoxicante y de alto precio.

Pobreza es la calidad de los políticos que les interesan usualmente temas ajenos a redimir de la pobreza a las grandes mayorías, mientras ellos gozan de altos estipendios, ventajas y canonjías propias de sus estatus. Pobreza es no tener un futuro certero, estar siempre en la cuerda floja y bajo el engaño de praxis publicistas que muestran cifras y resultados falsos. Pobreza es creer en yo te ofrezco, busca quien te dé.  Pobreza es tener en un pequeño país, con una profusión gigantesca de movimientos y partidos políticos que no sé qué buscan, pero los resultados están a la orden del día.

Pobreza es tener que pagar estas campañas políticas que cuestan un ojo de la cara, para el otro perderlo con la mediocridad de quienes ejercen poder en dizque representarnos y batallar por las necesidades populares.

Pobreza es no disponer de agua potable que garantice el inicio de salubridad para los ecuatorianos, que ya suficiente tienen con la subalimentación que conduce a la crisis en el desarrollo de la niñez, buscando un mejor futuro abstracto o inexistente. (O)