Moradores del barrio Rosas, en Nabón, al sureste de Azuay, donde hay una gran falla geológica, que ha provocado hundimientos y colapsos de viviendas, evacuaron esta zona el último fin de semana.
Y es que algunos habitantes de este lugar como, por ejemplo, Nancy Morocho, una agricultora, de 32 años, que se dedica al cultivo de frutilla, desde el último viernes escuchan “ruidos raros”.
“El sábado pensamos que de nuevo se estaba hundiendo el piso y tuvimos que salir de las casas con nuestros niños y algunos bajamos al parque central porque allí nos han dicho que estamos más seguros…”, relató.
Como Morocho, otros vecinos también dejaron sus inmuebles y fueron a donde algunos familiares y amigos por el temor de que haya un deslizamiento, pues se trata de una zona altamente inestable.
Monitoreo
Milton Benítez, del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE) en la zona 6, confirmó que desde el último jueves reciben llamadas de Nabón para informar sobre extraños sonidos.
Benítez señaló que un equipo de técnicos del SNGRE fue movilizado desde Cuenca a este sitio para hacer un monitoreo. Tras una inspección descartaron que se trate de un deslizamiento.
Indicó que luego de conocer los reportes del Instituto Geofísico (IG), de la Escuela Politécnica Nacional (EPN), confirmaron que los sonidos provenían del volcán Sangay, que está en Macas, en Morona Santiago.
Estos ruidos también fueron escuchados, con mayor intensidad, el último sábado y domingo en otros cantones como: Girón, San Fernando, Santa Isabel y Camilo Ponce Enríquez.
Igualmente, en otros como: Durán, Guayaquil y Samborondón, en la provincia de Guayas. En estos lugares también se reportó intensa vibración en ventanales.
“Técnicamente lo que ocurrió en el Sangay se llama tremor, que son vibraciones volcánicas prolongadas…”, detalló Benítez. Son producto del movimiento del magma y circulación de fluidos al interior.
El funcionario señaló que la población en Azuay tiene que estar preparada en caso de caída de ceniza del Sangay y dio algunas recomendaciones como protegerse las vías respiratorias y mantener limpios los sumideros.
Viento
Juan Morales, ingeniero civil e investigador en vulcanología, explicó que a diferencia de ocasiones anteriores esta vez se escucharon las explosiones del Sangay a más de 170 kilómetros (km) de distancia.
“Esta vez se juntaron condiciones atmosféricas favorables, además fue en la noche y madrugada donde no hay interferencia de ruido. Asimismo, la dirección de los vientos fue hacia el suroccidente…”, expresó.
Morales manifestó que al menos en los 50 años la actividad de este volcán, que está junto a los ríos Sangay y Volcán, ha ido en aumento, con constantes expulsiones de ceniza, gases y magma.
Recordó que el último periodo eruptivo de este volcán comenzó en 1628. De lo que se conoce emitió una gran columna de ceniza que se dirigió hacia el noroccidente hasta 50 km.
Riesgo
Para Magno Andrade, ingeniero en geología, excepto por la caída de ceniza, la actual actividad eruptiva del Sangay, que inició en mayo de 2019, no representa un riesgo para provincias como Azuay y Guayas.
“Se trata de un volcán activo, que no sabemos cuándo puede erupcionar o emanar ceniza y gases, lo que está ocurriendo es propio de la actividad eruptiva que hay en los volcanes que están activos…”, precisó.
Advirtió que la llegada del polvo volcánico puede provocar inconvenientes como lo que ocurrió en diciembre de 2019 cuando el aeropuerto Mariscal La Mar, de Cuenca, tuvo que suspender operaciones.
“Las explosiones que se dan en el Sangay pueden provocar movimientos sísmicos o temblores, que son leves, especialmente, en las poblaciones cercanas a Morona Santiago…”, advirtió. (CSM)-(I)
En Cuenca tienen listo un plan de contingencia
Tatiana Pineda, titular de la Dirección de Gestión de Riesgos (DGR), del Municipio de Cuenca, indicó que tienen listo un plan de contingencia en caso de caída de ceniza del volcán Sangay.
Confirmó que las explosiones del último fin de semana en el Sangay, que se escucharon en Guayas y Azuay, también se oyeron en la parte baja de la parroquia Molleturo, en Cuenca.
Señaló que una de las principales acciones que contempla el plan de emergencia que tienen, es la protección de las captaciones de agua para garantizar este servicio para la población.
Recomendó a la ciudadanía que en caso de que caiga polvo volcánico se proteja las vías respiratorias y ojos. También la piel, para evitar irritaciones por el contacto con esta sustancia.
Igualmente se sugiere que cuando haya caída de ceniza la limpieza de esta se haga en seco, pues si se moja se produce una especie de engrudo que puede obstruir los sistemas de drenaje.
Por eso también se solicita a la población mantener siempre limpios los sumideros con el fin de facilitar la evacuación del agua y prevenir represamientos.
Detalles
A partir del 10 de diciembre de 2019 la actividad del volcán Sangay se intensificó en la emisión de gases, vapor y ceniza.
En Ecuador hay unos 50 volcanes que están identificados, de los que dos están activos: Sangay y Reventador.
En diciembre de 2019 el aeropuerto Mariscal La Mar suspendió operaciones por caída de ceniza del volcán Sangay.
En marzo de 2021 se produjo un represamiento de los ríos Upano y Volcán por la expulsión de ceniza del volcán Sangay.
El 11 de marzo de 2021 se reportó la caída de ceniza del volcán Sangay en siete cantones de Chimborazo.
Desde mediados de noviembre del 2021 se ha registrado un incremento en la emisión de SO2 en el volcán Sangay.
Cifras
2 de diciembre del 2021 ocurrió una explosión en el volcán Sangay, que abrió un vento lateral en su flanco norte.
5.230 tiene de altura el volcán Sangay, de acuerdo con el Instituto Geofísico (IG), de la Escuela Politécnica Nacional (EPN).
7 de mayo de 2019 comenzó un proceso de actividad y erupción continúa del volcán Sangay.
4 y 6 de abril de 2022 fue un lapso en que se observaron tres pulsos en la actividad sismo acústica del volcán Sangay.
2006 y 2010: en esos años se produjeron explosiones en el volcán Tungurahua, que también se escucharon en Guayaquil.
17 años en erupción estuvo el volcán Tungurahua y El Reventador tiene 20 años de actividad eruptiva.