Las madres de las descendidas Leonas destacan el debut de sus hijas en la Superliga Femenina

La misma casa que se llenó para celebrar el bicampeonato, este sábado 6 de agosto de 2022 despidió -no se sabe por cuanto tiempo- a Las Leonas de la Superliga Femenina.

El equipo azuayo cerró la temporada en el último lugar de la tabla acumulada con un empate y 13 derrotas, la última se registró ayer por 1-4 ante Quito FC en el estadio Alejandro Serrano Aguilar.

Amigos y padres familiares de las futbolistas se mostraron dolidos por el descenso, pero felices porque sus hijas pudieron cumplir el sueño de jugar en la máxima categoría del balompié femenino.

“Estoy un poco decepcionada del equipo porque no llegó a algo mejor, pero ellas son primerizas y no hay que perder las esperanzas en el próximo evento”, dice Elizabeth Tenesaca, madre de las gemelas Geomara y Melissa Guzhñay, de 17 años, oriundas de la parroquia Nulti.

Elizabeth Tenesaca junto a sus hijas gemelas Geomara (I) y Melissa Guzhñay. Foto Bolívar Sinchi/El Mercurio

A Geomara le dicen “La Bicho”. Fue coautora del tanto de honor que anotó ayer el Cuenca a través de la argentina Rosario Castro. En la temporada jugó 14 partidos y anotó dos goles.

Su hermana aún no debuta, sin embargo, las dos se mantendrán en el club la próxima temporada.

Ashely Quizhpi, de 18 años, nativa de la parroquia Ricaurte también continuará en el proyecto 2023 rumbo a la Superliga.

“Le llamaron de otros equipos, pero en realidad esta estudiando y no le puedo soltar que se vaya no más lejos”, señala su madre Fabiola Jarrín. La futbolista cuencana jugó siete partidos y anotó un gol.

Carmen Quezada, en cambio, estaba al borde de las lágrimas. Su hija Gisel Benavides, de 17 años, reforzará en los playoffs al vigente vicecampeón Ñañas, de Quito. “Es una emoción grande. A la edad que tiene ha avanzado por sus propios méritos”, señala.

Gisel nació en Morona Santiago, pero radica en la capital azuaya. Su intención es seguir en el Expreso Austral que le dio la oportunidad de mostrarse en la Superliga. Este año jugó 13 partidos y anotó dos goles. 

Carmen Quezada junto a su hija Gisel Benavides. Foto Bolívar Sinchi/El Mercurio

Aunque el descenso resulta doloroso para los hinchas, el club por primera vez cuenta con una base de jugadoras jóvenes entre los 15 y 18 años.

Una de ellas es la arquera lojana Mayra Márquez, quien ayer fue la figura del partido con ocho intervenciones que impidieron que Quito FC regrese a su casa con una goleada más holgada. 

De las dos refuerzos que llegaron este año, Castro fue la más cuestionada, incluso ayer algunos pedían su salida de la cancha pese a marcar el gol del descuento. La argentina, de 29 años, es centro delantera, sin embargo, en Las Leonas tuvo que retroceder metros y cumplir una labor más defensiva.

“El equipo necesitaba otra función de mi parte y me tuve que adaptar”, indica Castro, quien permanecerá en la ciudad a la espera de poder continuar en el Club. Está convencida que su juego puede ser mucho más vistoso desde su función natural.

Gran desborde de Geomara Guzhñay para el gol de Rosario Castro frente al Quito FC. Video ComunicaTV

Clasificados a los Playoffs

Por el Grupo 1 clasificaron a la siguiente ronda Barcelona SC, Deportivo Ibarra, Liga de Quito y Universidad Católica. Por el Grupo 2 clasificaron Independiente del Valle, Ñañas, Espuce y Quito FC.

Por primera vez desde que se instauró la Superliga Femenina, en 2019, cuatro clubes descendieron a la Liga Amateur de Fútbol Femenino Serie A.

Bolivar Sinchi

Licenciado en Ciencias de la Comunicación Social, en la Universidad de Cuenca. Cronista deportivo por más de una década. Creador de contenido multimedia.

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