El hombre es el único animal capaz de hacer preguntas y que seguirá preguntando más allá de cualquier respuesta imaginable. Y es que la filosofía se ocupa de cuestionar y aclarar algunas ideas muy comunes que los seres humanos usamos cada día. Hablamos de ayer, del mañana, del presente, y el filósofo se pregunta: ¿qué es el tiempo? Hacemos cuentas y resolvemos problemas aritméticos pero el que filosofa se interroga: ¿qué es el número? La gente exclama a diario ¡Dios mío! Pero el filósofo se pregunta: ¿Qué es Dios? ¿Existe Dios?
La filosofía no brinda soluciones sino respuestas, las cuales no anulan las preguntas, pero permiten convivir racionalmente con ellas, aunque sigamos planteándonoslas una y otra vez
Hay mucha más gente de la que uno cree que está convencida de que la filosofía no sirve para nada. Hay un convencimiento tácito de que los filósofos se empeñan en saber más que otros de cosas inútiles. Aunque existen preguntas que admiten una solución satisfactoria y son las que se hace la ciencia, otras no llegarán a ser solucionadas y respondidas, siempre de manera insatisfactoria y ese es el empeño de la filosofía. Hay preguntas que empezaron siendo competencia de la filosofía, por ejemplo, la mente humana y su funcionamiento y luego pasaron a recibir soluciones científicas.
“Pensar filosóficamente no es repetir pensamientos ajenos” por más que nos parezcan muy acordes con nuestra forma de ver el mundo. Tiene que ser también –o, sobre todo- el instrumento básico que nos permita o ayude a comprender y disfrutar mejor la existencia a nosotros que somos contemporáneos del Internet, de la exploración espacial, de las telecomunicaciones instantáneas, etc.
Frente a toda la información que recibimos en forma de un permanente bombardeo de sucesos en el mundo y de pensamientos de otras gentes tenemos que interpretarlos y definir en nosotros mismos qué significación tienen en el contexto de la realidad en que vivimos. Debemos vincular el conocimiento con las opciones vitales o valores que podemos elegir, intentando establecer cómo vivir mejor de acuerdo a lo que sabemos ¡He allí el valor y utilidad de la Filosofía que sí sirve y sí es útil! (O)