De escándalo en escándalo

Mario Jaramillo Paredes

El otorgamiento de un Habeas Corpus al ex Vicepresidente Jorge Glas y a Daniel Salcedo, trae inevitablemente a la memoria de la gente el tema de la corrupción en la justicia.

Como para llover sobre mojado, en estos mismos días un legislador correísta llamaba a la Asamblea a uno de los jueces que más de cuerpo entero describe a la justicia manejada por Jalk durante la década pasada. El país no se ha olvidado el caso del Juez Paredes que recibió miles de páginas que contenían un sonado juicio contra Diario El Universo y el periodista Emilio Palacio. Sin la menor posibilidad de que hubiera leído el voluminoso proceso, a las pocas horas dictó una larga sentencia que nadie puede explicar- porque es imposible- cómo fue redactada en tan corto tiempo. La sentencia condenaba al Diario y a uno de los periodistas más críticos con el correísmo.  Poco después salió la verdad a la luz y se supo cómo la sentencia había llegado grabada desde las altas esferas del gobierno en un pendrive. Chucky Seven se denominó el caso por el nombre de remitente- que se descubrió después- había enviado escrita la sentencia. Una vez más la justicia se había usado descaradamente contra los opositores del régimen.

 Con similar impudicia, luego de ese vergonzoso hecho se vienen repitiendo en los últimos meses otros chuckiysevenasos a favor de procesados por la justicia. Ya no admira que un oscuro juez de una alejada población conceda libertad a un procesado o a un sentenciado, generalmente por casos de corrupción que involucran millones de dólares. Surge en seguida la sospecha de que esas libertades son generosamente pagadas desde sectores políticos a los que se deben esos sentenciados o desde poderosas mafias que manejan miles de millones de dólares. El narcotráfico que todo lo puede, penetra cada vez más en las instituciones.

La mayoría de jueces, que son profesionales y gente de bien, así como la administración de justicia, deberían hacer todo lo que está en sus manos para exigir que esos chucky seven que existen sean expulsados de la función y paguen lo que están haciendo. (O)