El caso Danubio y la salida del gerente de Petroecuador han manchado gestión gubernamental.
Quito.- Sin que hasta el momento se haya pronunciado el presidente Guillermo Lasso, avanzan las investigaciones en el caso Danubio, que involucraría la supuesta venta de cargos públicos por los que se pedían hasta 3 millones de dólares y por el que son procesadas ocho personas, el caso está siendo investigado por la Fiscalía y por la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional.
Las instituciones en las que se habrían negociado los cargos son el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (SENAE); los ministerios de Educación y Agricultura; la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL); y Petroecuador.
En el proceso han sido involucrados el exconsejero del presidente Lasso, Juan José Pons y su hijo; además, conversaciones telefónicas de los procesados evidencian supuestas conversaciones con el asambleísta de CREO, Guido Chiriboga; Iván Correa, secretario de la Presidencia y Danilo Carrera, cuñado del mandatario.
Sin embargo, este tipo de denuncias no son nuevas, a finales de marzo se conoció que se habría estado negociando el cargo de viceministro de Agricultura por más de 2 millones; el entonces ministro del ramo, Pedro Álava, aseguró que fue él quien denunció el caso, tras un mes fue removido del cargo.
Mientras que, a inicios de agosto, Ítalo Cedeño, exgerente de Petroecuador, aceptó que había colocado en cargos directivos y había sacado funcionarios “corruptos” por sugerencia de su esposa, lo cual, le costó que el presidente Lasso pidiera su desvinculación del cargo.
Para Germán Rodas, coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción, lo que ha sucedido demuestra la crisis de la estructura social ecuatoriana; en la que, la corrupción es un mal endémico; ante lo cual las actuales autoridades han tomado actitudes similares a las de la época correísta, en la que se ignoraba las denuncias y se las atribuía a una persecución al Gobierno. (ASM)-(I)