El tallador del cantón Guachapala dio un giro a su vida y ahora desarrolla sus habilidades.
Los troncos que arrastran los afluentes del embalse Mazar se convierten en la materia prima que utiliza Gerardo Tigre para tallar con una motosierra los rostros de incas y figuras de animales silvestres. Su arte lo despliega en un taller, situado en la cabecera cantonal de Guachapala.
Gerardo, de 51 años, jamás se imaginó que un video publicado en la plataforma de Youtube -que le mostró hace unos cinco años su hijo Fabián- le cambiaría la vida.
A partir de entonces, modificó su oficio de leñador -que lo aprendió de su padre a los 11 años cuando recorría por el Oriente- para ser uno de los principales talladores de este cantón azuayo, ubicado en la cuenca del río Paute.
La primera figura que talló fue un águila de 40 centímetros de alto en un tronco de Nogal. Se demoró unas tres horas en dar forma a esta obra que llamó la atención de un funcionario municipal, quien le compró la figura en 20 dólares.
La venta del águila le motivó a que continúe tallando más obras, siendo así, que ha elaborado hasta el momento unas 500 figuras de lobos, tortugas, venados, garzas, monos, caballos, entre otras.
El taller es parte de una ruta turística financiada por migrantes que se recorre en un camión transformado en “chiva” y un bote con el propósito de potenciar el turismo de la localidad.
Los visitantes llegan a su espacio de trabajo para deleitarse de la habilidad y destreza de Gerardo cuando utiliza la motosierra para su arte a pesar de los riesgos de manipular esta herramienta.
Superación
Su historia es considerada por los habitantes de Guachapala como un ejemplo de superación. Antes de ser tallador, sufrió por más de 25 años de la enfermedad del alcoholismo e incluso los médicos le detectaron en el 2016 una cirrosis hepática, y no le daban muchas esperanzas de vida.
“Le pedí, en aquel entonces, a la Virgen de El Cisne que interceda por mí ante papito Dios. Me cumplió ese milagro, además de darme una oportunidad para sacar adelante a mi esposa y seis hijos (dos mellizos) cuando mire ese video en Youtube para tallar en madera”. Esas fueron las palabras de Gerardo, quien recuerda con nostalgia los momentos complicados de su vida.
El temor de que sus hijos se queden solos hizo que deje el alcohol, sin la necesidad de recibir ayuda en alguna de las clínicas de rehabilitación. “No niego que en ocasiones si me da ganas de tomar una cerveza, pero vienen a mi mente los recuerdos de los momentos duros que viví junto a mi familia, y, me pasan las ganas. Además que el trabajo como tallador me tiene con mi mente ocupada”, aseveró el artesano. (BPR)-(I)
Con vena artística
Fabián Tigre, de 21 años de edad, concuerda en que el video que mostró a su padre, Gerardo, cambió la situación de su hogar que atravesaba momentos duros cuando su progenitor cayó en el alcoholismo.
“Mi papá es muy ingenioso. Los vecinos ven su trabajo y le incentivan para que siga adelante porque deja en alto el nombre del cantón. Nuestro objetivo es que pronto tenga una exposición de sus obras a nivel nacional o internacional”, expresó el joven.
La familia Tigre también es reconocida en el cantón por el talento de Fabián, quien es músico e integra una agrupación de mariachis en Cuenca. Fabián es un experto en entonar la trompeta, además que ha integrado las tradicionales bandas de pueblo. (I)
DETALLES
– El taller de Gerardo Tigre se ubica en la cabecera cantonal de Guachapala, nororiente del Azuay. Sus artesanías las comercializa desde los 10 dólares en adelante.
– El artesano utiliza herramientas como la motosierra de tres tipos: grande, mediana y pequeña. Además usa un soplete y pulidoras para darle la tonalidad a las figuras.