Entre enero y junio de 2022 un total de 550.562 personas accedieron a un crédito, de esta cifra el 49,6 % son mujeres y el 49,8 % son hombres, pero en el sector del microcrédito las mujeres se colocan a la cabeza con el 59 % de las operaciones nuevas otorgadas a emprendedoras entre los 26 y 45 años de edad.
Estos datos se desprenden del reporte denominado “Radiografía del Crédito en Ecuador”, elaborado por la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca) y Aval Buró, que señala que los nuevos créditos otorgados han contribuido a la reactivación económica del país, lo que a su vez muestra una recuperación en el historial crediticio de los usuarios. Así, la proporción de los créditos con pagos incumplidos disminuyó del 6,4 % al 2,8 % en junio 2022, aunque todavía cancelan con retrasos.
En este contexto, la entidad resaltó que las mujeres son mejores pagadoras que los hombres, en todos los rangos etarios. La calificación crediticia de ellas oscila entre 414 y 733 puntos, mientras que la de los hombres va de 380 a 720, en un rango de 0 a 999, este último puntaje representa a los clientes que pagan de forma puntual.
Andrea Villareal, directora del departamento económico de Asobanca, subrayó que la colocación de microcréditos para el sector femenino es fundamental porque existen dos aspectos determinantes para que las microempresarias sean protagonistas del cambio económico de un país, esto es, la inclusión financiera y la transformación digital, lo que contribuye a acortar las brechas de género. “Los hombres normalmente acceden a más financiamiento y mayores montos en casi todos los segmentos crediticios, a excepción del microcrédito”, indicó.
Este tipo de préstamo se destina a personas o emprendimientos que registran ventas anuales de hasta 100.000 dólares para financiar actividades de producción, comercialización o servicios. En promedio, las mujeres recibieron microcréditos de 4.089 dólares por operación.
Los bancos privados entregaron 15.031 millones de dólares en nuevos créditos durante el primer semestre, un 30% más (3.436 millones) frente al mismo periodo de 2021.
Sectores
Del total de nuevos créditos otorgados en el primer semestre del año por la banca privada, el 15 % se destinó al consumo, es decir, para el pago de bienes y servicios o gastos no relacionados con una actividad productiva; mientras que el 85 % fue para los sectores productivos, lo que incluye, microcréditos, crédito PYME, corporativo, empresarial y vivienda.
Un total de 14.885 empresas grandes, medianas y pequeñas se financiaron principalmente por créditos productivos y microcréditos. Los préstamos empresariales sumaron 10.358 millones de dólares, de esta cifra, el 36 % se destinó al comercio, el 22 % a manufactura y el 15 % a agricultura, actividades que representan el 33 % del PIB del país.
Las empresas que se financian por la banca privada se encuentran en las provincias de Guayas, Pichincha, Azuay y Manabí, que en conjunto representan el 87 % de los nuevos créditos en el primer semestre de este año.
“El acceso a crédito permite que estos agentes potencien su impacto en sus sectores y directa o indirectamente en otras actividades económicas complementarias”, señala el reporte difundido por Asobanca. Del total de créditos entregados en el primer semestre, la banca privada colocó el 73 % del total, las cooperativas el 26 % y las mutualistas el 1 %.
77 % no tiene acceso a crédito formal
En Ecuador, el 77 % de la población no tiene acceso a un crédito formal, según un informe del Banco Mundial (BM), lo que coloca a estas personas a expensas de la informalidad, generando afectaciones a la población por constituir una carga a sus actividades económicas cobrando tasas superiores al 1.200 % anual, de acuerdo con un estudio del buró de crédito Equifax realizado en 2021.
En Quito, Guayaquil y Cuenca la mayoría de ciudadanos que acceden a préstamos informales lo hace por montos menores a 500 dólares a una tasa de interés anual promedio de 1.238 % al año. “Las personas más afectadas por el chulco son mujeres cabezas del hogar. “A seis de cada 10 personas les interesaría acceder a un crédito formal, por lo que el problema no está en la tasa de interés, sino en la dificultad de acceder a uno”, señaló David Castellanos, autor del estudio efectuado con Equifax.