El uso de la mascarilla, el lavado de manos constante y la atención inmediata a cualquier síntoma que tenga una relación con la COVID-19 volverán con el inicio de un nuevo año escolar en la Sierra y la Amazonía.
La necesidad de seguir con las medidas de bioseguridad primará en las aulas porque, a diferencia de los dos años anteriores, para este ciclo educativo la presencialidad de los estudiantes será del 100% desde el primer día de clases.
El Ministerio de Educación prevé que, por lo menos, un 1.800.000 niños, adolescentes y jóvenes retornen a las instituciones educativas entre este 1 y 2 de septiembre.
Ante ese número, los ministerios de Salud y Educación informaron que estarán atentos a que tanto los estudiantes y sus familias, así como la comunidad educativa, cumplan con las normas que se establecieron para evitar los contagios de COVID.
Por un lado, la mañana de ayer, la ministra de Educación, María Brown, explicó que las medidas sanitarias que ya estaban vigentes dentro de las instituciones educativas se mantendrán en este año lectivo 2022-2023.
Es decir: además del uso obligatorio de la mascarilla dentro de los establecimientos, se mantendrán los protocolos de cómo actuar ante un presunto caso de COVID, los cuales deberán seguir los profesores, directivos y familias.
En el caso de las familias, si identifican que el estudiante tiene síntomas que pueden estar asociados a la COVID, no deben enviarlo a la institución educativa para que reciba una atención oportuna.
En cambio, si el establecimiento, a través del docente, identifica un posible contagio, se debe comunicar a los directivos para que, a su vez, se alerte al centro de salud más cercano.
Vacunación a estudiantes
Por su lado, el Ministerio de Salud, a más de fomentar entre las familias y los estudiantes el cuidado que deben llevar para evitar los contagios, ha insistido en que los niños y jóvenes cumplan con el esquema de vacunación contra la COVID.
Ahora mismo se puede vacunar con dos dosis a niños que tengan entre 3 y 11 años, y con tres dosis a niños y adolescentes que tengan entre 12 y 17 años.
Sobre este último sector etario, la coordinadora de la zona 6 del Ministerio de Salud, Andrea Berzosa, explicó a diario El Mercurio que ya pueden completar su esquema de vacunación con la dosis de refuerzo.
“Este fin de semana vimos una alta afluencia de adolescentes y de niños y niñas que acudieron a vacunarse, lo cual es bastante bueno porque hay que mejorar los porcentajes de vacunación”, dijo Berzosa.
Según los datos de la coordinación de la zona 6 del Ministerio de Salud, hasta el 28 de agosto, en Azuay, 35.855 niños y adolescentes, que tienen entre 12 y 17 años, ya cuentan con la tercera dosis.
Mientras que, 94.783 niños, de 5 a 11 años, ya cuentan con la segunda dosis contra la COVID-19.
Berzosa agregó que, como parte del inicio del nuevo año, una de las recomendaciones que se están haciendo a las instituciones educativas es que se solicite el carnet de vacunación, no obstante, la falta del documento no puede limitar el acceso de los niños y adolescentes a la educación.
Otro de los pedidos que también está haciendo la coordinación de la zona 6 del Ministerio de Salud es que los representantes faciliten el consentimiento informado para que, en las brigadas de vacunación dentro de los establecimientos educativos, se pueda vacunar a los estudiantes.
Mingas para limpiar instituciones
Mientras el Ministerio de Salud promueve la vacunación entre los menores de edad, las familias, desde la semana pasada, han participado en mingas de limpieza dentro de las instituciones educativas.
El objetivo de los padres y representantes es que los espacios que ocuparán sus hijos desde este 1 de septiembre estén limpios y cuenten con todos los servicios básicos para cumplir con las medidas de bioseguridad.
“Cuando se acabó el año dejamos limpiando, y ahora que empieza otro año volvemos a limpiar. Para nosotros es importante que todo esté limpio para nuestros hijos que ya regresan a clases”, dijo Catalina Sucanota.
Catalina, junto a madres y padres, desde el 26 de agosto han sido parte de una minga que organizó la Unidad Educativa Ciudad de Cuenca. Desde las gradas, los patios y hasta las aulas han limpiado las familias.
En otros casos, las instituciones se encuentran ultimando los arreglos en sus espacios, como es el caso de la Unidad Educativa Dolores J. Torres.
Allí se han enfocado en que los sanitarios y las llaves de agua funcionen correctamente para que los estudiantes cumplan con las recomendaciones de cuidado. (I)