Una nueva caravana con unos 400 migrantes, la primera que se forma en el sur de México en septiembre, partió este 3 de septiembre de 2022 desde la ciudad de Tapachula, fronteriza con Guatemala, y espera llegar en los próximos días al vecino estado de Oaxaca.
El grupo de migrantes, integrado por niños, mujeres y hombres, había permanecido detenido en la estación migratoria Siglo XXI en Tapachula, lugar establecido por el Instituto Nacional de Migración (INM) de México para el alojamiento temporal de migrantes que no puedan acreditar su situación migratoria regular.
Integrantes del contingente lamentaron que las autoridades del INM, solo les entreguen un oficio de «expulsión definitiva» de México para salir por Guatemala y tengan que retornar a su país de origen.
De acuerdo con estimaciones, la caravana está compuesta por unos 100 niños, 150 mujeres y el resto de hombres, quienes aguardan la esperanza de no ser detenidos y tener libre tránsito por el estado de Chiapas para llegar en los próximos días a Oaxaca.
En esta caravana viajan, Sandra de Paz y Michel Corona, dos madres solteras originarias de Guatemala, que tienen a su cargo a tres menores, uno de ellos con Síndrome de Down, quien junto a su mamá decidieron salir de su país porque han sido víctimas de la discriminación y el rechazo.
De Paz explicó a Efe que en Guatemala «hay mucha corrupción, delincuencia y discriminación», por ello decidieron caminar con este grupo de personas para llegar a San Pedro Tapanatepec, Oaxaca, donde pedirán un permiso temporal para posteriormente seguir hacia la frontera con Estados Unidos.
Empujando la carriola con sus dos pequeños, la mujer dijo que por sus hijos «tenemos que seguir, no está permitido rendirse, pesan porque son dos, pero ahí vamos, hay quienes nos apoyan y otros no».
Otro caso es el de la madre Yulia Aini, de origen venezolano, quien viaja también con dos menores y enfrentado la inseguridad en Centroamérica, donde casi le roban a su niña y tuvo que pedir ayuda a la autoridad.
Según la mujer, al llegar a Tapachula tuvo que unirse a esta caravana porque las autoridades de migración los están regresando para Guatemala.
«Le pedimos al presidente de México (Andrés Manuel López Obrador) que nos de el paso libre, no queremos quedarnos en este país, porque solo vamos de paso y nos parece muy egoísta que nos devuelvan con niños y se tenga que caminar de nuevo», expuso a Efe.
Además, pidió a las autoridades que tengan consideración con las madres solteras: «no estamos aquí porque queremos, sino porque tenemos que luchar por nuestros hijos para que no pasen hambre».
Tan solo en el mes de agosto salieron de Tapachula unas ocho caravanas desde la frontera sur de México sin que sean detenidos por el personal de la Guardia Nacional o del INM.
Otros grupos de migrantes que han decido no caminar en caravana, se han entregado de manera voluntaria en el puesto de control migratorio ubicado en la comunidad de Viva México para ser llevados a una estación migratoria y les expidan algún documento de salida.
Son migrantes de Corea, Bangladesh y Venezuela, quienes colocaron sus pertenencias en la caja de un autobús y fueron subidos a un autobús que presta el servicio de transporte al INM.
De acuerdo con las autoridades mexicanas, en este puesto de control se entregan entre 60 y 100 migrantes al día para no arriesgarse a caminar bajo las inclemencias del tiempo.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) de Estados Unidos ha interceptado a más de 1,7 millones migrantes en lo que va de año fiscal 2022 (desde octubre pasado).
El Gobierno de México también ha recibido críticas por su trato a los migrantes, incluyendo el despliegue de casi 30.000 miembros de las Fuerzas Armadas en sus fronteras norte y sur para tareas migratorias. EFE