Si recordamos el inicio de esta frase, nos ubicaremos en el contexto histórico de mediados de los años 80´s, cuando el gran Gabo escribió su obra ganadora del Premio Noble por la genialidad lograda.
Como es de suponerse, la evolución de la humanidad trae consigo ajustes a las realidades y contextos en los que nos desenvolvemos y, justamente por estos días podemos evidenciar una mutación de las condiciones circundantes, pues, ahora ya no existe una Ferminia Daza o un Doctor Juvenal Urbino, sino que hoy se escribe una nueva historia con Doménica, Daniel, Paula o Martina y, no únicamente los personajes son otros, sino que, el espacio en el que se cuentan las historias ha dado un giro que de seguro en los 80´s ni siquiera sospechábamos que podía existir, pues ahora la trama del amor se cuenta en los tiempos de “likes”.
Pues si estimado lector, no solamente aprendimos a depender de un equipo electrónico en nuestras manos, sino que nos adaptamos al esquema de desarrollar vínculos sociales y amorosos por medio de plataformas virtuales, basta con mirar la cabeza unos pocos meses atrás y revisar el confinamiento para comprender la cantidad de nuevas relaciones de adolescentes y de no tan jóvenes que florecieron detrás de una pantalla.
Toda esta adaptación ha sido mágicamente adaptada por un grupo de artistas y personal con visión vanguardista en una película filmada en la bella Cuenca y con una calidad que no envidia a una cinta comercial clásica. Mi estimado lector, si desea reírse y dimensionar los nuevos caminos de la sociedad, no deje de asistir a una sala de cine y deléitese con esta gran obra. (O)
