De un total de seis casos de femicidio registrados en la Fiscalía del Azuay, solo uno ha llegado a condena y otro más se encuentra en etapa de juicio según datos del Consejo de la Judicatura actualizados hasta septiembre del 2022.
La Fiscalía Provincial del Azuay da cuenta de que estos casos corresponden al fallecimiento de María Rosario Quituisaca que se encuentra a la espera de llamamiento a juicio, la muerte de una niña de 5 años en el sector de Las Pencas a manos de su padrastro, el hallazgo de una menor de edad asesinada en Ricaurte, el caso de desaparición y muerte de Glenda Marisol Cárdenas en Gualaceo y la muerte de Yulissa Tannt en Nabón.
A estos casos se suma la muerte de Tania Calle Coronel presuntamente diezmada por su cuñado, un hecho que la Fiscalía ya no maneja por femicidio sino por asesinato.
El caso de Yulissa Tannt es el único en haber llegado a sentencia, el culpable de la muerte recibió cuatro años de prisión debido a que el agresor es menor de edad, informó la Fiscalía Provincial del Azuay.
Otras dos muertes de mujeres son registradas por los colectivos de protección de derechos, pero los organismos de justicia no los tratan como femicidios, esto según las cifras oficiales del Consejo de la Judicatura.
De estos ocho casos en conjunto, cuatro se mantienen en investigación previa, uno en instrucción fiscal, uno a la espera de juicio, otro en etapa de juicio y solo el caso de Yulissa Tannt tiene sentencia.
Juana Ortega, activista en contra de la violencia de género, indica que esta cifra es ya superior a todos los femicidios registrados en Azuay durante el 2021, lo que genera alarma.
Sostiene que si bien la mayoría de los femicidas están presos, la solución al problema debe ser integral. «No solo se debe actuar cuando ya se ha dado el femicidio, es necesario prevenir las muertes desde el Estado», afirma.