El patinador cuencano Joaquín Loyola aún no se define como fondista o velocista, pero su capacidad de competencia se destaca a escala nacional e internacional. Su talento permitió que Ecuador esté entre los mejores del Campeonato Panamericano de Clubes y Naciones (Patinaje de velocidad) de Ibagué, Colombia, en donde obtuvo seis medallas de oro.
Antes de partir hasta suelo colombiano, Loyola tenía en su mente alcanzar esta cantidad de preseas, pues su exigencia en los entrenamientos y su forma de recuperar la condición física hacen que las expectativas siempre estén altas.
Con este antecedente, el azuayo de 13 años, viajó hasta el vecino país para demostrar que se encuentra en el camino correcto para cumplir su máxima meta: lograr un título mundial.
En este sentido, Joaquín se llevó las medallas de oro en:
- Puntos ruta
- Vuelta al circuito
- 5.000m puntos +eliminación
- Velocidad olímpica 600m
- Meta y contra meta 200m
- Eliminación.
“Esto es un logro muy importante para mí. Estas medallas significan mucho en mi carrera deportiva. Siento que voy por el rumbo correcto para seguir preparándome y dejar en alto siempre al país. Aún no defino si soy fondista o velocista, pero me entreno más en esta última modalidad. Sin embargo, me preparo arduamente para destacar en ambas”, comenta el deportista local, quien es entrenado por su madre Gabriela Cavalieri (presidente de la Asociación de Patinaje del Azuay).
A pesar de que el trayecto para llegar a un título mundial es largo, para Joaquín este sueño se mantiene intacto, y para ello seguirá con sus entrenamientos combinados con sus estudios. El cuencano está en el noveno curso en la Escuela Francesa.
“En unas semanas más tendré eventos nacionales pero desde ya pienso el próximo Panamericano, a cumplirse en el 2023 en Cancún, México. Para destacarme se arriesgan varias cosas. Tengo que ser disciplinado para mejorar en mi técnica”, añade el patinador.
