José Chalco Salgado
En el Derecho Constitucional la consulta popular puede ser plebiscitaria o respuesta cerrada: sí o no sobre la conveniencia o no de un acto o decisión; y puede ser de referéndum si es que se busca consultar a la población respecto a la aprobación o no de un texto jurídico de tipo normativo.
El presidente de la República propone un referéndum en el país. En estricto sentido ha enviado una propuesta de enmienda constitucional conforme al artículo 441 de la Constitución vigente.
Ésta implicaría que una vez que la Corte Constitucional realice el dictamen de constitucionalidad sobre la propuesta, la población debe manifestarse -en vía de referéndum- respecto a la aceptación o no de la modificación de textos normativos (constitucionales) diseñados por parte del Ejecutivo.
Las preguntas planteadas deben ser analizadas, en mejor grado, una vez que llegue el dictamen de constitucionalidad por parte del Corte. Varias son convenientes para el país, otras tienen algunas dificultades en la configuración técnica constitucional. En todo caso, el análisis a ellas se hará en lo posterior.
Por ahora cabe señalar que las consultas populares en el mundo, pueden tener ventajas y desventajas muy marcadas.
Pues, heredan la simpatía o antipatía de un momento -fotografía- del Gobierno, así, incluso, pueden contener muy buenas intenciones y posiciones para el Estado pero que por una tensión de popularidad del momento terminan siendo rechazadas por la población, es decir suelen ser directamente proporcionales a la popularidad de un gobernante; entonces, es mejor entregar las preguntas a la población, a la academia, a los gremios y salir de la esfera de una factura que puede ser injusta con lo que el Ecuador sí pueda requerir.
Con claridad. Hay que ciudadanizar a la consulta popular, quitarle de la esfera del protagonismo discursivo exclusivo a los agentes de Gobierno, así hay más fortaleza y garantía que pueda servir como instrumento de transformación de la sociedad. (O)
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