Leonardo Yunga, un joven artista de 29 años, regresó a su natal Quingeo cuando se decretó el confinamiento en marzo de 2020, sin saber que estaba por abrir la primera galería de objetos artísticos elaborados con madera en la parroquia rural.
No es común observar, sobre todo en los lugares lejanos en donde hay poca afluencia de turistas, un espacio dedicado a la exhibición y comercia- lización de piezas artísticas. Leonardo tampoco lo pensaba.
Sin embargo, hace dos años, cuan- do la COVID era un virus desconocido, Leonardo tuvo que dejar Cañar, en donde tenía una barbería, para volver a Quingeo. Con el tiempo libre, con el encierro obligado, Leonardo se volcó a la madera.
A pesar de que el joven de Quingeo en su adolescencia ya había trabajado con ella, no fue sino hasta que en los días de confinamiento que la tomó en serio.
“Acá en Quingeo hay muchas piñas de los pinos. Y cuando yo caminaba por aquí decía qué puedo hacer con ellas. Tenía la madera y las ramas que estaban en el río. Entonces fue cuando empecé”, dijo Leonardo a diario El Mercurio.
Lo primero que hizo fue un vena- do solo con las piñas de los pinos. Para las astas usó las ramas que encontró esparcidas en los alrededores de Quingeo. Cuando terminó su trabajo lo subió a sus redes sociales, y entonces sus seguidores respondieron a la publicación.
Motivado por las reacciones decidió adentrarse a no solo formar un objeto con las piñas de los pinos. Fue entonces cuando optó por usar las cáscaras de los troncos, las ramas, los palos, las raíces para crear otras figuras.
“Cuando la gente me vio, me preguntó si no hacía ciertas cosas. Y yo les decía que sí sabía, pero la verdad no sabía. Nunca les decía que no puedo. Les decía yo le hago, y entonces me ponía a buscar tutoriales en YouTube, y comencé a hacer chimeneas, instalaciones solo con los restos de madera que encontraba en Quingeo”, contó el joven.
Una galería
A pesar de que había desconocimiento en ciertas ramas artísticas, una de las cualidades de Leonardo es que proviene de una familia de artistas, principalmente de músicos.
Además de que sabe tocar la guitarra, la armónica y la zampoña, Leonardo tiene la facilidad de mover las manos para darle forma a la madera de acuerdo a con lo que imagina.
Con los objetos que creó y con la respuesta de un público que poco a poco creció, Leonardo abrió Artesanía Pacha, una galería levanta- da con elementos rústicos en medio de los campos de Quingeo.
“Cualquiera pensaría que está mal abrir una galería aquí, pero mi parroquia necesita turismo, y nosotros somos los que primero debemos creer y apoyar para que la gente venga y conozca lo que tenemos”, dijo el joven artista.
En el espacio acogedor están las obras expuestas, los trabajos que ha venido realizando en los dos últimos años y las pinturas. Porque a más de darle forma a la madera, Leonardo pinta sobre ella; la usa como lienzo para representar la naturaleza de la que él está rodeado.
Ahora que el joven de Quingeo está dejando una trayectoria a través de sus obras, su siguiente objetivo es que la galería sea un espacio en donde la gente pueda quedarse a disfrutar de la parroquia rural; que la galería sea, quizá, un lugar en donde las personas tengan la oportunidad de encontrar una idea, una motivación, tal y como Leonardo la encontró.
Si de algo se puede estar seguro es que la pandemia cambió las vidas de millones de personas. Se puede asegurar que hubo pérdidas personales y económicas, pero también se puede asegurar que la emergencia sanitaria fue el puntapié que muchos necesitaban para acercarse a lo que anhelaban. Tal como ocu- rrió con Leonardo. (AWM)-(I)
