En la conexión de la Cuenca patrimonial con la moderna hay un puente que hoy ofrece una imagen estremecedora de la violencia machista en Ecuador: más de 1.100 nombres grabados con pintura violeta. Más de 1.100 mujeres asesinadas por sus parejas, exparejas, extraños, amigos o conocidos.
Caminar por aquí produce cierto escalofrío. Primero, al ver que casi no queda espacio para más nombres. Segundo, al leerlos y pensar que Rosa, María, Amanda, unas desconocidas, pudieron ser la Rosa, María, Amanda que forman parte de tu vida.
O que pudiste ser tú misma. Desde el jueves, en el puente “Vivas nos queremos” también está grabado el nombre de María Belén, la abogada asesinada por su esposo, un policía, en las instalaciones de la institución en Quito.
El cruzar este trayecto sobre el río Tomebamba, resuena el dolor de las familias de aquellos nombres, como pidiendo no ser olvidadas.
Un total de 206 femicidios se registraron entre el 1 de enero de 2022 y el pasado 3 de septiembre en Ecuador, país que acumula 1.247 casos desde 2014, cuando se tipificó el delito en el país. (I)