Bajo el sol inclemente y rodeados de sus familias, 12.249 estudiantes de los terceros de Bachillerato de Azuay fueron parte de la proclamación de los abanderados, portaestandartes y escoltas que conforman los cuadros de honor de las instituciones educativas.
Entre sonrisas, algunas lágrimas y aplausos, los padres, los abuelitos y los hermanos de los alumnos participaron en un acto en el que, además de jurar ante la bandera de Ecuador, se reconoció el mérito académico de los adolescentes.
Solo en Cuenca, según los registros de la coordinación de la zona 6 del Ministerio de Educación, 1.098 adolescentes integraron los cuadros de honor. De ese número, 716 fueron mujeres.
Que el 65% del mérito académico de Cuenca esté conformado por las estudiantes mujeres se reflejó en las instituciones educativas.
Por ejemplo, en la Unidad Educativa Miguel Moreno el cuadro de honor estuvo compuesto solo por mujeres. El hecho llamó la atención de los padres de familia, de los profesores y de las propias estudiantes.
“La verdad a mí no me sorprende. Sí me parece interesante, pero no es una sorpresa. Nosotras podemos hacer lo mismo, e igual los hombres. Que ellos no estén en el cuadro de honor no significa que seamos mejores”, dijo Jennifer Campoverde, quien fue portaestandarte.
Lo mismo pensó Katherine Quezada, que obtuvo la mejor calificación (9.81) y fue proclamada abanderada.
“Me llama un poquito la atención que seamos solo mujeres, pero antes sí ha habido hombres abanderados. Las mujeres son valiosas y pueden hacer un gran trabajo académicamente, profesionalmente y moralmente”, opinó Katherine.
Entre las adolescentes no había mayor sorpresa porque estuvieron disfrutando de sus reconocimientos. Pero, desde afuera, los padres vieron de otra manera los logros obtenidos en los cuadros de honores.
“Como padres estamos orgullosos porque es un esfuerzo de ellas. En años anteriores se veía hombres y mujeres, y ahora se ve que las mujeres se han empoderado este año”, dijo, entre sonrisas, Yolanda Encalada, cuya hija fue de las escoltas.
Cambios en protocolos
A diferencia de los años de pandemia, en la que se limitó el juramento a la bandera y las proclamaciones a los mejores estudiantes, en este 2022, tanto en los regímenes de la Costa como de la Sierra, se volvió a contar con una gran afluencia de personas y alumnos de las instituciones educativas.
El único cambio que hubo fue que los estudiantes ya no besaron a la bandera. En el protocolo a seguir, por las medidas sanitarias, se resolvió que los adolescentes solo se acerquen a ella y se haga una reverencia.
Una vez cumplidos con esos actos, cada uno de los establecimientos educativos continuará con las actividades escolares que, en el caso del régimen Sierra-Amazonía, se apresta a cumplir un mes de trabajos desde el inicio de las clases presenciales. (I)