Las heroínas de Ecuador en cuentos e ilustraciones de dos cuencanos

Su transcendencia, sus logros, los resultados de sus intervenciones en distintos momentos históricos. La vida de las mujeres ecuatorianas invisibilizadas.

Eso le interesaba a Priscila Delgado, una escritora joven que presentará el libro “¿Dónde están nuestras heroínas?”. La obra narra la historia de tres ecuatorianas: María Chiquinquirá, Dolores Veintimilla y Nemonte Nenquimo

A través de cuentos e ilustraciones, el libro trata de responder a un título que fue la premisa de la tesis de grado de la escritora.

Aunque, desde hace muchos años a Priscila tenía un especial interés por escribir cuentos sobre las mujeres de Ecuador, no fue sino hasta que, con el desarrollo de la tesis, pudo empezar con su idea.

En primera instancia, Priscila habló con antropólogos e historiadores para tener un listado de nombres de mujeres que trascendieron en Ecuador. Fue allí cuando obtuvo varios personajes de la Sierra, Costa y Amazonía.

“Yo no quería hablar de lo que ya conocemos, sino de personajes que yo no había conocido. O si ya lo conocía, contar sus historias de otra manera”, dijo Priscila a diario El Mercurio.

La escritora escogió las historias de María Chiquinquirá Díaz, una mujer afrodescendiente que emprendió un juicio en 1794 para liberarse de su amo. De la poeta Dolores Veintimilla, quien fue testigo del fusilamiento del indígena Tiburcio Lucero. Y de Nemonte Nenquimo, la activista ecuatoriana que ganó el premio medioambiental Goldman 2020.

Una vez conocidas sus vidas, a diferencia de la escritura que suelen estar en los libros de historia, Priscila optó por escribir en primera persona. Como si el propio personaje contara su experiencia, el ambiente en el que vivió, los sucesos que vieron.

Y ese modo de narrar sería considerado para que la Casa Editora de la Universidad del Azuay decidiera convertir la tesis de Priscila en un libro ilustrado.

Las heroínas ilustradas

Para la ilustración se consideró al docente Diego Larriva, quien, a lo largo de seis meses, desarrolló bocetos e interpretó las historias para dibujarlas.

El docente Diego Larriva estuvo a cargo de las ilustraciones.

Para eso hubo también una amplia investigación que estuvo enfocada en cómo eran los personajes, cómo se vestían, cómo eran los ambientes en donde vivían.

“Una cosa interesante aquí es que las ilustraciones no fueron aparte de la diagramación o del texto. Siempre se vio cómo la ilustración funciona con el espacio”, explicó Larriva.

Ese trabajo permitió que la composición del libro sea vistosa para el público recomendado: niños entre 11 y 13 años.

“Los textos son muy motivadores, potentes, y lo que busca hacer la ilustración es hacer más social el contenido, y que sea digerible para cualquier grupo, en realidad”, agregó el ilustrador.

Con la presentación del libro, tanto Priscila como Diego se estrenarán como autores de una obra que se espera que dé paso a la visibilidad de la vida de las mujeres ecuatorianas. (I)

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba