Aurelio Maldonado Aguilar
Ecuador se derrumba sin control en insondable y maligna suerte empujado por gobiernos, instituciones, narcopolítica, politiqueros mediocres y pueblo mismo que no entiende que votar mal es nuestra soga al cuello y que gente valiosa evade involucrarse por no mojarse en la tempestad.
Menester viene siendo que un líder de bragas bien puestas que no le cueste cargar en sus espaldas muertes de facinerosos y delincuentes, sea indispensable.
Muy lejos de mi ensalzar el absolutismo del que soy enemigo por principio y libertad, pero soy más confrontado con el vandalismo y la delincuencia reinante que mantiene especialmente Guayaquil en terror y reguero de sangre diarios, donde sicariato es cuotidiano y certero.
Enfrentamos cosas peligrosísimas vistas desde cualquiera de los dos lados, siendo la mano dura única pero peligrosa solución.
Mirar que frente al féretro de una mujer asesinada en la escuela superior de policía por oficial experto en defensa y ataque y luego y con toda la sangre fría, ruede el cadáver envuelto por gradas del edificio de dormitorios de oficiales, para llevarlo en la cajuela y despeñarlo en una pliega de la tierra y ya señalado como posible autor, fuga luego de pasar varios días entre amigos oficiales y el espíritu de cuerpo de la mafia policial que no ve ni escucha nada.
Mas me indigno por que la madre de la asesinada promueve proselitismos políticos con abrazos, pancartas y camisetas con fotos de la occisa, para que en el entierro la muchedumbre grite, Paola Pavón prefecta, si, como lo leen, la del grillete que es premio para esta gente y el momento triste del Ecuador.
Mas puede la putrefacción monstruosa de la política que el dolor de madre y en qué circunstancias. Madre indigna que no emula a la esposa de Gabela luchadora por años buscando justicia por el asesinato de su marido, sin lograrlo porque está involucrada gente de la cúpula y poder.
Pero nuestro genial presidente tiene una idea monumental que lo arregla todo. Demolerá el edificio de oficiales de la escuela superior apenas apresen el criminal y lo dice desembozado, grandilocuente, elegante.
Genial, tan genial que deberíamos pedir lo nombren candidato a Noble de la sensatez y grandeza mental a la altura de Einstein. Reducido a polvo el edificio, sola la policía mejora y deberíamos pedir demuelan Carondelet pues fue asesinado en su portal García Moreno y derruyan sin dejar guijarro el antiguo penal donde martirizaron a los Alfaro y de paso convertir en polvo penitenciarías donde se asesinaron centenares. Genial solución. (O)