Naturaleza, entretenimiento, gastronomía y diversión familiar se conjugan en la parroquia Turi, que cuenta con un renovado mirador que fue reabierto al público la noche del viernes y con el que se espera repotenciar el sector turístico y la economía local.
Con una vista panorámica y única de la ciudad en todo su esplendor, este lugar conocido como “el balcón de Cuenca”, es considerado una parada obligatoria para los visitantes nacionales y extranjeros. Aunque el viento sopla fuerte, los turistas aprovechan los espacios para fotografiarse y capturar un recuerdo de su paso por Cuenca y para observar la ciudad mediante los cuatro visores habilitados.
En el centro parroquial se aprecian atractivos como la pintoresca iglesia, que data del año 1923 y donde se puede acceder a las terrazas mediante las escalinatas, por un costo de 50 centavos. Este servicio está disponible desde hace un mes y medio, sin embrago, con la renovación del mirador, el monaguillo José Siavichay espera que se incremente el número de visitas.
El entretenimiento se complementa con diversidad de locales de venta de artesanías, cafeterías y restaurantes que ofrecen comida local, nacional e internacional para atender a los usuarios locales y extranjeros. Entre los platillos que ofrecen figuran variedad de carnes, secos, ceviches, encebollado, así como los tradicionales quimbolitos, humitas, tamales, hornado y los infaltables canelazos.
Actividades
Para quienes buscan juegos infantiles, canopy o un columpio de gran altura, pueden ir a Aventuri, un parque recreacional. Por una entrada de dos dólares se accede a cinco juegos de diversión extrema en horarios de 10:00 a 19:00.
Catalina Vázquez, impulsadora de Aventuri, se mostró optimista para avanzar con la reactivación y dinamización de la economía del lugar, luego de la remodelación del mirador, que es visitado por aproximadamente 5.550 personas a la semana.
Catalina Vázquez, impulsadora de Aventuri
El Mirador, que ha sido recuperado de forma integral, tiene un pasamano de 190 metros y se implementó una rampa que conecta con la parte subterránea, donde se ha instalado una cafería y galería para locales de venta de artesanías y para acoger eventos religiosos, culturales y de atracción del lugar. El mejoramiento se extendió a las calles contiguas, la instalación de nuevo mobiliario e incremento de iluminación.
Alba Arias, moradora del lugar, destaca la apertura de restaurantes y locales comerciales que sirven para reactivar la economía del centro parroquial y de las comunidades de la zona.
“Los ciudadanos vienen de visita, pero ahora quieren conocer más allá (…) en Monjas se está activando mucho el turismo, allí hay servicio de caballos y estos días con la apertura del mirador ha aumentado la llegada de personas”, indica Arias, quien forma parte de un grupo de emprendedoras denominado “Entrelazadas”, que se dedica al tejido de prendas de vestir con lana de borrego.
Ella destaca que el mirador central recibe visitas, sobre todo, de extranjeros, mientras que a los miradores naturales acuden turistas locales y nacionales.
Para llegar a Turi hay varias alternativas, buses, taxis, transporte turístico y transporte público. Desde el Centro Histórico, Turi está ubicado a 5,3 kilómetros de distancia. Los buses turísticos de dos pisos parten desde el Parque Calderón y hacen un recorrido por la ciudad antes de dirigirse a su destino final: Turi.
Desde el Gobierno Parroquial se promociona un turismo de altura al contar con cuatro miradores naturales: Boquerón, Monjas, El Calvario e Ictocruz, que le dan a la comunidad el nombre de “El corredor de los miradores”. Aquí se puede realizar varias actividades.
Cerro y bosque Boquerón
Este cerro ubicado a 5,7 kilómetros del centro parroquial, presenta en su parte alta un típico bosque montano en el que se observa la vegetación característica de estos ecosistemas, diferentes tipos de musgos, helechos y plantas arbustivas. Los habitantes de esta comunidad organizan periódicamente actividades como cabalgatas y senderismo y ofrecen exquisita gastronomía típica.
Cerro Monjas
Ubicado a 3,7 kilómetros del centro parroquial, este cerro es ideal para quienes además de buscar un incomparable paisaje, buscan realizar actividades como equitación, caminatas, picnics y ciclismo de montaña. En el centro comunitario del lugar se organizan a mediados de septiembre las fiestas en honor a la Virgen del Cisne.
Cerro Calvario
Su nombre de debe a las procesiones que los habitantes del lugar organizaban por Semana Santa y en las que se representaba el “Vía Crucis” de Jesús. En lo alto del cerro se ubica la iglesia de la comunidad, la cual presenta una interesante terraza que hace de mirador. Desde allí se divisa gran parte de la ciudad y los puntos más importantes ubicados al suroeste de Cuenca.
Icto Cruz
Es una comunidad ubicada a 3,2 kilómetros del centro parroquial de Turi. De acuerdo a algunas versiones, este lugar en épocas prehispánicas era un adoratorio en el que se llevaban a cabo diferentes ceremonias religiosas. Su principal atractivo es la impresionante vista que se tiene desde su mirador, el cual es además el punto de partida de un sendero ampliamente usado por quienes practican “downhill”.